Gabriela Melara - estrategiaynegocios.net
El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, brindó un discurso este 20 de octubre, como parte de la conmemoración de la revolución de 1944. En su intervención respaldó las manifestaciones y bloqueos de las últimas semanas, llamó a seguir luchando por el respeto a la democracia y afirmó que ha llegado el fin de la época corrupta del país.
"Estamos en un momento de incertidumbre, las manifestaciones y bloqueos han supuesto un esfuerzo tremendo. Muchos han pasado a la intemperie, muchos han visto afectada su actividad económica, otros se han preocupado por sus hijos e hijas, pero también ha sido un momento de unidad, de crear alianzas amplias que permitan pensar en un futuro donde todos estén representados, una Patria, donde los únicos que no caben son los corruptos", dijo en su mensaje, brindado en las afueras de la Municipalidad de la Ciudad de Guatemala.
"El pueblo de Guatemala no se rinde, las calles, las plazas de nuestro país están inundadas de protestas pacíficas. Una expresión única y consciente de la amenaza a nuestro país", agregó.
"Estamos en un momento de unidad, como en ese entonces (1944), en contra de la tiranía... Hoy ante tiranía de corruptos... Estamos al final de esa canícula ardiente".
"Este movimiento de esperanza popular ha destapado las puertas del inframundo que actualmente nos gobierna, revelando la corrupción en gran parte de la clase política", declaró al hablar de que las exigencias del pueblo deben ser escuchadas, puesto que las considera legítimas.
También se refirió a la fiscal general, Consuelo Porras: “a la fiscal le hemos pedido que renuncie y se lo seguiremos pidiendo”.
Arévalo, aprovechó el momento, para decir que serán un gobierno enfocado en la sociedad, como manda la Constitución.
La vicepresidente electa, Karin Herrera, también agradeció a los asistentes. "Estamos conmemorando una fecha tan especial para todos y todas. Hoy estamos conmemorando ese 1944, que marcó el inicio de 10 años de primavera democrática... No olvidemos, los jóvenes siempre despiertan en la sociedad que se puede vivir mejor, lo hicieron en el 44 y lo han seguido haciendo. En este mismo momento hay otros guatemaltecos que dejaron su vida por la lucha por mejores condiciones de vida".
-La importancia de la revolución de 1944 para Arévalo-
En el evento, además de los cercanos a Arévalo, estuvo presente Jacobo Árbenz Vilanova , hijo del expresidente Jacobo Árbenz Guzmán, quien participó en la revolución de 1944 y fue derrocado en 1954 por grupos conservadores apoyados por el gobierno estadounidense al inicio de la guerra fría.
Recordemos que Arévalo es hijo del emblemático Juan José Arévalo (presidente en 1944-1950) que encabezó el primer gobierno reformista de la “década de la primavera guatemalteca”, junto a Jacobo.
El padre del presidente electo fue quien puso fin a los 14 años del dictador Jorge Ubico, un admirador de Hitler que sometió a trabajo forzado a los indígenas mayas.
En la década de la “primavera democrática”, como los guatemaltecos llaman al período histórico en el que el padre de Arévalo estuvo en el cargo, se creó el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), se dio autonomía a la estatal Universidad de San Carlos y las municipalidades, y se permitió votar a las mujeres y analfabetos.
Durante su gestión tuvo lugar también la Segunda Reforma Monetaria y Bancaria de la República de Guatemala, que dio paso en 1946 a la creación del Banco de Guatemala, como sustituto del Banco Central. Además, creó el Código del Trabajo y la legislación laboral moderna de Guatemala. Se construyó el Estadio Nacional y la Biblioteca Nacional.
“Yo no soy mi padre, pero recorro el mismo camino. Su sueño y su legado siguen vigentes (...), tengo el mismo anhelo de él y los revolucionarios de 1944”, dijo Arévalo en el cierre de campaña para la segunda vuelta.
-Diálogo previo a la toma de posesión-
Arévalo indicó que están sentándose con diversos sectores, como Gobierno electo, para "que sea la sociedad que encuentre una solución", al ver que el Gobierno saliente "no tiene voluntad alguna de resolver el problema o para evitar roces".
