Por revistaeyn.com
La 29.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (COP29) se celebra en Bakú, Azerbaiyán, siendo una oportunidad clave para intensificar la acción climática.
En medio de récords de temperatura y fenómenos extremos, la COP29 reunirá a líderes de gobiernos, empresas y sociedad civil en busca de soluciones urgentes. Uno de los temas centrales de este encuentro será la financiación, ya que se requieren billones de dólares para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger a las comunidades más vulnerables.
Además, la conferencia marcará un punto decisivo para la presentación de las NDC, que son los planes nacionales de acción climática que surgen a partir del Acuerdo de París, cuyo objetivo es promover que la temperatura global no aumente y sobre pase 1,5 °C, además de continuar avanzando en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Esta edición de la COP llega en un momento crítico, en medio de olas de calor sin precedentes, inundaciones y otros fenómenos extremos. Según el boletín informativo de la ONU, para limitar el calentamiento global a 1.5°C y evitar daños irreversibles, los países deben cumplir con los compromisos establecidos en el Acuerdo de París y, en muchos casos, aumentarlos.
Según comparte la Asociación Centroamericana Centro Humboldt (ACCH), durante la COP29 los países que contaminan más y tienen mayor emisión de gases de efecto invernadero, deben asumir una mayor responsabilidad y contribuir de manera decisiva para apoyar a los países vulnerables y en desarrollo.
La participación de la ACCH en la COP29 destaca la urgente necesidad de abordar los desafíos climáticos específicos de la región centroamericana. La región enfrenta un panorama crítico de aumento de temperatura.
“Las proyecciones climáticas indican que la región probablemente alcanzará el incremento de 1.5 grados en el 2025, lo cual generará un mayor déficit de agua en diversas zonas debido a episodios de sequía e incrementos de temperatura”, señaló Víctor Campos, director ejecutivo de ACCH.
Según datos del informe Valoración del aprovechamiento y protección de los recursos naturales en Centroamérica realizado por la ACCH entre 2015 y 2022, la región experimentó una alarmante pérdida de 3,7 millones de hectáreas de bosque, lo que representa el 9 % de su superficie total, poniendo en riesgo la biodiversidad y exacerbando los efectos del cambio climático. Además, se ha registrado un crecimiento significativo de 2,6 millones de hectáreas en cultivos y de 1,7 millones de hectáreas en pastos, lo que equivale al 4 % de la región.
La agenda de la COP29 incluirá compromisos más ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promoviendo la transición a energías limpias y renovables, apoyo financiero a países en desarrollo para enfrentar los impactos climáticos, como sequías, inundaciones y pérdida de biodiversidad y garantizar que los países desarrollados cumplan con los compromisos de financiamiento para apoyar la adaptación y mitigación climática en los países más vulnerables.