Por AFP
El gobierno y dirigentes de los sindicatos del sector público retomaron este lunes el diálogo en busca de una salida a la huelga en Costa Rica, que entra en su tercera semana en medio de bloqueos.
Las dos partes volvieron a las conversaciones con mediación de la Iglesia católica, por quinta vez, luego de que la última sesión fue suspendida el sábado tras una maratoniana sesión que culminó cerca de la medianoche.
El ministro de Trabajo, Steven Núñez, quien encabeza la delegación gubernamental, dijo entonces que había un 50% de avance en las discusiones para levantar la huelga.
Aún así, el movimiento de Unidad Sindical publicó en sus redes sociales planes de movilizaciones para toda esta semana, incluida una marcha nacional en San José este miércoles, en un indicio de que no piensan deponer el paro.
'En vísperas de la tercera semana de la huelga general, importantes conclusiones afloran: la Unión Sindical está firme', publicó este domingo en Twitter Albino Vargas, líder de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados.
Decenas de personas, muchos de ellos con las camisas amarillas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), marcharon por la céntrica avenida segunda de San José rumbo a la Asamblea Legislativa (parlamento) para expresar su rechazo a una reforma fiscal en discusión por los diputados.
Los sindicatos del sector público iniciaron la huelga indefinida el 10 de setiembre en oposición a la reforma fiscal, que incluye aumentos de impuestos, y con la que el gobierno busca contener un creciente déficit fiscal, que en 2017 alcanzó 6,2% del producto interno bruto (PIB).
Sin la reforma, el déficit alcanzará 7,2% del PIB, según proyecciones del Banco Central.
El presidente Carlos Alvarado volvió a defender el proyecto fiscal este lunes en una entrevista con el sitio CRHoy transmitida en vivo por las redes sociales.
'Costa Rica está en una encrucijada, podemos resolver un problema de muchos años, o podemos optar por seguir prorrogando la solución y enfrentarnos a un problema mayor' en el futuro, advirtió el mandatario.
Respondiendo preguntas enviadas por internatuas, Alvarado aseguró que 'tengo la determinación de resolver este problema porque entiendo que es la mejor forma de proteger a Costa Rica y crear un futuro mejor'.
Los trabajadores reclaman que el grueso de los nuevos impuestos recaen sobre los trabajadores, aunque Alvarado aseguró que 80% de la recaudación futura recaerá sobre el 20% de más ingresos.
La mayor parte de las instituciones estatales han funcionado normalmente durante la huelga, aunque la paralización generó trastornos en los hospitales y centros educativos públicos.
También provocó bloqueos de carreteras, impidió el acceso a la principal terminal portuaria del país y a los puntos de distribución de combustibles.
Sin embargo, el gobierno aseguró este lunes que la distribución de combustibles estaba normal en todo el país.
El gobierno y dirigentes de los sindicatos del sector público retomaron este lunes el diálogo en busca de una salida a la huelga en Costa Rica, que entra en su tercera semana en medio de bloqueos.
Las dos partes volvieron a las conversaciones con mediación de la Iglesia católica, por quinta vez, luego de que la última sesión fue suspendida el sábado tras una maratoniana sesión que culminó cerca de la medianoche.
El ministro de Trabajo, Steven Núñez, quien encabeza la delegación gubernamental, dijo entonces que había un 50% de avance en las discusiones para levantar la huelga.
Aún así, el movimiento de Unidad Sindical publicó en sus redes sociales planes de movilizaciones para toda esta semana, incluida una marcha nacional en San José este miércoles, en un indicio de que no piensan deponer el paro.
'En vísperas de la tercera semana de la huelga general, importantes conclusiones afloran: la Unión Sindical está firme', publicó este domingo en Twitter Albino Vargas, líder de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados.
Decenas de personas, muchos de ellos con las camisas amarillas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), marcharon por la céntrica avenida segunda de San José rumbo a la Asamblea Legislativa (parlamento) para expresar su rechazo a una reforma fiscal en discusión por los diputados.
Los sindicatos del sector público iniciaron la huelga indefinida el 10 de setiembre en oposición a la reforma fiscal, que incluye aumentos de impuestos, y con la que el gobierno busca contener un creciente déficit fiscal, que en 2017 alcanzó 6,2% del producto interno bruto (PIB).
Sin la reforma, el déficit alcanzará 7,2% del PIB, según proyecciones del Banco Central.
El presidente Carlos Alvarado volvió a defender el proyecto fiscal este lunes en una entrevista con el sitio CRHoy transmitida en vivo por las redes sociales.
'Costa Rica está en una encrucijada, podemos resolver un problema de muchos años, o podemos optar por seguir prorrogando la solución y enfrentarnos a un problema mayor' en el futuro, advirtió el mandatario.
Respondiendo preguntas enviadas por internatuas, Alvarado aseguró que 'tengo la determinación de resolver este problema porque entiendo que es la mejor forma de proteger a Costa Rica y crear un futuro mejor'.
Los trabajadores reclaman que el grueso de los nuevos impuestos recaen sobre los trabajadores, aunque Alvarado aseguró que 80% de la recaudación futura recaerá sobre el 20% de más ingresos.
La mayor parte de las instituciones estatales han funcionado normalmente durante la huelga, aunque la paralización generó trastornos en los hospitales y centros educativos públicos.
También provocó bloqueos de carreteras, impidió el acceso a la principal terminal portuaria del país y a los puntos de distribución de combustibles.
Sin embargo, el gobierno aseguró este lunes que la distribución de combustibles estaba normal en todo el país.