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Costa Rica permitirá cultivo de café robusta tras 30 años de prohibición

El fin del tabú sobre el robusta, prohibido en Costa Rica por decreto desde 1988, se produce en momentos en que las temperaturas y las plagas están limitando el área de cultivo mundial del arábica.

2018-02-22

Por Reuters

Costa Rica pondrá fin a una veda de tres décadas contra el cultivo de café robusta, uniéndose a países cafetaleros de la región como Colombia o Guatemala que impulsan esta variedad menos apreciada pero más resistente a enfermedades y altas temperaturas, dijo el viernes un funcionario de alto rango.

El Ministerio de Agricultura introdujo recientemente un decreto que todavía debe ser firmado por el presidente Luis Guillermo Solís, pese a que todavía algunos en la industria ven al robusta como una amenaza para la fama mundial de Costa Rica como exportador de café arábica de alta calidad.

'Es un decreto para el cultivo del robusta ligado a una zonificación que determinaría técnicamente el Instituto del Café (ICAFE) para que no haya mezcla varietal, ni en el proceso de beneficiado', dijo el ministro de Agricultura de Costa Rica, Felipe Aráuz, en una entrevista con Reuters.

El fin del tabú sobre el robusta, prohibido en Costa Rica por decreto desde 1988, se produce en momentos en que las temperaturas y las plagas están limitando el área de cultivo mundial del arábica, pese a que el consumo de café sigue al alza alimentado por la demanda de países emergentes.

En octubre de 2016, una propuesta para permitir los cultivos de café robusta en el país tuvo un respaldo mayoritario en el Congreso Nacional Cafetalero de Costa Rica, máximo órgano del sector, pero no entró en vigor al no obtener los dos tercios necesarios para su aprobación.

El director del Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE), Ronald Peters, confirmó que el ente respalda la derogación de la norma tras realizar un estudio en 2016 sobre el robusta que concluyó que las razones económicas y fitosanitarias que dieron origen a su prohibición quedaron desfasadas.

'Siempre va a haber quejas. Este decreto (de 1988) se aprobó por un tema fitosanitario que ya no es válido. Vamos a definir qué zonas se pueden sembrar por si alguien está interesado, ya que se requiere de inversión', dijo el ejecutivo a Reuters.

Peters agregó que no hay previsiones sobre posibles hectáreas de siembra o producción dado que desconocen cuántos productores podrían estar interesados en el robusta, pero insistió en que serán áreas no aptas para el arábica y que ambas variedades se procesarán por separado.


Cultivo alternativo

Cada vez más agricultores en Colombia, Guatemala, Nicaragua o Panamá, países con alto prestigio cafetero, están abrazando el amargo robusta por su dulce rendimiento, que tiene menores costes de producción y se puede utilizar para el café instantáneo o como ingrediente barato para los cafés mezclados.

Aráuz dijo que el Ministerio de Agricultura prefirió actuar ante la posibilidad de que algunos productores desafiaran el decreto en la corte constitucional, dado que los motivos fitosanitarios y económicos que lo sustentaron ya no aplican.

'Si se va a cultivar robusta, que sea a través de un proceso ordenado, planificado y técnico', dijo el funcionario, quien agregó que las zonas, variedades y términos técnicos para el cultivo de robusta serán definidos por ICAFE.

Para 2050, el área para el cultivo de café podría reducirse un 50 por ciento, ya que el arábica enfrenta peligro por las crecientes temperaturas y el robusta es azotado por la variabilidad climática, según un estudio de la publicación Climate Change el año pasado.

El ministro ve el robusta como un cultivo de oportunidad para zonas húmedas y cálidas que no son aptas para el arábica, donde el cultivo por excelencia es la piña, que junto con el banano son las principales exportaciones agrícolas del país, muy por encima del café.

'Necesitamos generar empleo y bienestar en zonas agrícolas donde el cultivo más rentable es la piña, que no deja de ser polémica', dijo Aráuz, refiriéndose a las críticas de activistas ambientales sobre los riesgos del monocultivo.

El funcionario agregó que esperan cultivar variedades de robusta de alta calidad y productividad especialmente adaptadas a la zona del Caribe, las llanuras del norte del país y las regiones bajas en el sur, todas con altos índices de pobreza.

'Las quejas se resuelven con zonas claramente delimitadas y conversando con los sectores. Creemos que si se hace bien no va a haber un efecto negativo sobre el arábica', concluyó.

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