Por Bloomberg
Apenas unas semanas después de que la mayoría de los economistas pronosticasen que la crisis, liderada por China, daría un giro rápidamente cuando el virus estuviese contenido, muchos están reconsiderando ese optimismo a medida que numerosas fábricas chinas permanecen cerradas y los trabajadores están inactivos. Después de trastornar las cadenas de suministro y socavar el turismo y el comercio, los brotes desde Europa a América también ponen en peligro la actividad en otros lugares.
Los economistas de Bank of America Corp. han advertido a los clientes el jueves que ahora esperan un crecimiento mundial del 2,8% este año, el ritmo más débil desde 2009. Ya anticipaban el crecimiento más suave en China desde 1990, pero ahora dicen que Estados Unidos registrará la menor expansión en cuatro años.
"Los riesgos aún están sesgados a la baja", dijeron economistas de BofA dirigidos por Ethan Harris en un informe. "Nuestras previsiones no incluyen una pandemia mundial, que esencialmente cerraría la actividad económica en muchas ciudades importantes".
La perspectiva contrasta con la publicada por el Fondo Monetario Internacional el sábado pasado, cuando dijo que el virus probablemente restaría solamente 0,1 puntos porcentuales de su estimación de crecimiento mundial del 3,3% para este año, aunque estaba estudiando escenarios más "nefastos". Ahora el fondo con sede en Washington está reconsiderando la escala y el alcance de las reuniones de política que tenía previsto celebrar para mediados de abril.
A medida que las bolsas caen, las empresas también hacen sonar las alarmas. Standard Chartered Plc se sumó el jueves a HSBC Holdings Plc al decir que no alcanzaría los objetivos de beneficios debido al virus.
"Seguimos expuestos a las condiciones externas en general y reconocemos que estas podrían recuperarse o empeorar con la misma facilidad", dijo el responsable ejecutivo, Bill Winters.
Ansiosos por conocer el estado de la economía de China, los inversores están a la espera de conocer los datos de una medición de fabricación clave, que se publica el sábado.
El consenso en la encuesta de Bloomberg es que el índice oficial de directores de compras se deslizará a 45, el nivel más bajo desde 2008, desde los 50 de enero, y los pronósticos oscilan desde 50,1 a 33. Ello pone de relieve la confusión que rodea al virus y cómo la lectura podría sacudir los mercados. China todavía tiene una larga recuperación por delante. Bloomberg Economics calcula que la economía funcionaba al 60% -70% de su capacidad normal esta semana, frente al 50% -60% hace una semana. Por ahora, los bancos centrales más importantes están aplazando una reducción de tasas de interés mientras esperan a ver el impacto económico total del virus, con tasas que ya están en mínimos históricos o cerca de ellos.
Apenas unas semanas después de que la mayoría de los economistas pronosticasen que la crisis, liderada por China, daría un giro rápidamente cuando el virus estuviese contenido, muchos están reconsiderando ese optimismo a medida que numerosas fábricas chinas permanecen cerradas y los trabajadores están inactivos. Después de trastornar las cadenas de suministro y socavar el turismo y el comercio, los brotes desde Europa a América también ponen en peligro la actividad en otros lugares.
Los economistas de Bank of America Corp. han advertido a los clientes el jueves que ahora esperan un crecimiento mundial del 2,8% este año, el ritmo más débil desde 2009. Ya anticipaban el crecimiento más suave en China desde 1990, pero ahora dicen que Estados Unidos registrará la menor expansión en cuatro años.
"Los riesgos aún están sesgados a la baja", dijeron economistas de BofA dirigidos por Ethan Harris en un informe. "Nuestras previsiones no incluyen una pandemia mundial, que esencialmente cerraría la actividad económica en muchas ciudades importantes".
La perspectiva contrasta con la publicada por el Fondo Monetario Internacional el sábado pasado, cuando dijo que el virus probablemente restaría solamente 0,1 puntos porcentuales de su estimación de crecimiento mundial del 3,3% para este año, aunque estaba estudiando escenarios más "nefastos". Ahora el fondo con sede en Washington está reconsiderando la escala y el alcance de las reuniones de política que tenía previsto celebrar para mediados de abril.
A medida que las bolsas caen, las empresas también hacen sonar las alarmas. Standard Chartered Plc se sumó el jueves a HSBC Holdings Plc al decir que no alcanzaría los objetivos de beneficios debido al virus.
"Seguimos expuestos a las condiciones externas en general y reconocemos que estas podrían recuperarse o empeorar con la misma facilidad", dijo el responsable ejecutivo, Bill Winters.
Ansiosos por conocer el estado de la economía de China, los inversores están a la espera de conocer los datos de una medición de fabricación clave, que se publica el sábado.
El consenso en la encuesta de Bloomberg es que el índice oficial de directores de compras se deslizará a 45, el nivel más bajo desde 2008, desde los 50 de enero, y los pronósticos oscilan desde 50,1 a 33. Ello pone de relieve la confusión que rodea al virus y cómo la lectura podría sacudir los mercados. China todavía tiene una larga recuperación por delante. Bloomberg Economics calcula que la economía funcionaba al 60% -70% de su capacidad normal esta semana, frente al 50% -60% hace una semana. Por ahora, los bancos centrales más importantes están aplazando una reducción de tasas de interés mientras esperan a ver el impacto económico total del virus, con tasas que ya están en mínimos históricos o cerca de ellos.