Por Portafolio
El mercado de la ropa de control es uno de los de mayor crecimiento en Colombia, en cuanto a exportaciones se trata, y Estados Unidos es el destino más interesado.
De acuerdo con cifras de Procolombia, de enero a mayo de 2018, Colombia exportó el valor de US$11,2 millones a la nación norteamericana, lo que equivaldría a más de la mitad de lo que se le vendió en fajas durante todo el 2017.
"La calidad de los materiales, la variedad de los diseños, la capacidad de las empresas de ofrecer alternativas de marca y el valor agregado, es lo que hace competitiva a esta industria frente a otros proveedores del mundo", señaló Felipe Jaramillo, presidente de ProColombia.
Esta línea de productos es la de mayor presencia en las exportaciones textiles que Colombia envía a Estados Unidos, las cuales, de hecho, han crecido 5% en lo corrido del año. Además, de acuerdo con cifras oficiales, Estados Unidos sería el mayor comprador de textiles colombianos, al haber adquirido el 44,2% de estos artículos en el mismo periodo de tiempo.
María Clara Rubio, presidenta de ventas internacionales de Fájate, una de las empresas productoras de fajas con mayor trayectoria en el país, indicó que, para su empresa, "Estados Unidos es el mercado de mayor crecimiento, a quienes estamos enviando el 60% del total de las exportaciones que hacemos".
No obstante, Rubio manifestó que el potencial que tiene este mercado es mucho más significativo de lo que se calcula, pues considera que el negocio de la ropa de control no solo está creciendo en su empresa, sino que "es el negocio internacional de mayor crecimiento en el país".
Fájate, por ejemplo, ha logrado llegar a 23 países, dentro de las que se destaca Ecuador, donde tiene 15 tiendas, y otras naciones como México, España, Irán y Arabia Saudita, donde tienen franquicias. La compañía cuenta además con 50 puntos de venta a nivel nacional y ha generado alrededor de 600 empleos directos, los cuales son ocupados, en su mayoría, por madres cabeza de familia.
Las prendas, que requieren de trabajo manual, son confeccionadas con materiales 100% colombianos, dentro de los que se destaca un desarrollo propio denominado ‘viveltex’, tela que contiene microcápsulas inyectadas con cuatro componentes naturales (aloe vera, ginkgo biloba, vitamina E y algas marinas), los cuales, al hacer contacto con la piel, ayudarían a hidratarla.
"Colombia se ha convertido en líder de este mercado, porque ofrece productos de calidad y tecnología. Además, la fortaleza del sector de la cirugía plástica ha abierto la posibilidad de que esta industria crezca tanto adentro como afuera del país", concluyó Rubio.
Bajo este panorama Fájate espera exportar ocho millones de prendas de control en el 2018 y vender cerca de US$10 millones en exportaciones.
El mercado de la ropa de control es uno de los de mayor crecimiento en Colombia, en cuanto a exportaciones se trata, y Estados Unidos es el destino más interesado.
De acuerdo con cifras de Procolombia, de enero a mayo de 2018, Colombia exportó el valor de US$11,2 millones a la nación norteamericana, lo que equivaldría a más de la mitad de lo que se le vendió en fajas durante todo el 2017.
"La calidad de los materiales, la variedad de los diseños, la capacidad de las empresas de ofrecer alternativas de marca y el valor agregado, es lo que hace competitiva a esta industria frente a otros proveedores del mundo", señaló Felipe Jaramillo, presidente de ProColombia.
Esta línea de productos es la de mayor presencia en las exportaciones textiles que Colombia envía a Estados Unidos, las cuales, de hecho, han crecido 5% en lo corrido del año. Además, de acuerdo con cifras oficiales, Estados Unidos sería el mayor comprador de textiles colombianos, al haber adquirido el 44,2% de estos artículos en el mismo periodo de tiempo.
María Clara Rubio, presidenta de ventas internacionales de Fájate, una de las empresas productoras de fajas con mayor trayectoria en el país, indicó que, para su empresa, "Estados Unidos es el mercado de mayor crecimiento, a quienes estamos enviando el 60% del total de las exportaciones que hacemos".
No obstante, Rubio manifestó que el potencial que tiene este mercado es mucho más significativo de lo que se calcula, pues considera que el negocio de la ropa de control no solo está creciendo en su empresa, sino que "es el negocio internacional de mayor crecimiento en el país".
Fájate, por ejemplo, ha logrado llegar a 23 países, dentro de las que se destaca Ecuador, donde tiene 15 tiendas, y otras naciones como México, España, Irán y Arabia Saudita, donde tienen franquicias. La compañía cuenta además con 50 puntos de venta a nivel nacional y ha generado alrededor de 600 empleos directos, los cuales son ocupados, en su mayoría, por madres cabeza de familia.
Las prendas, que requieren de trabajo manual, son confeccionadas con materiales 100% colombianos, dentro de los que se destaca un desarrollo propio denominado ‘viveltex’, tela que contiene microcápsulas inyectadas con cuatro componentes naturales (aloe vera, ginkgo biloba, vitamina E y algas marinas), los cuales, al hacer contacto con la piel, ayudarían a hidratarla.
"Colombia se ha convertido en líder de este mercado, porque ofrece productos de calidad y tecnología. Además, la fortaleza del sector de la cirugía plástica ha abierto la posibilidad de que esta industria crezca tanto adentro como afuera del país", concluyó Rubio.
Bajo este panorama Fájate espera exportar ocho millones de prendas de control en el 2018 y vender cerca de US$10 millones en exportaciones.