POR EFE
La explosión simultánea de dispositivos buscapersonas en manos de militantes de Hizbulá en Líbano y Siria este martes, que causó al menos 12 muertos y casi 3.000 heridos, provocó el rechazo de parte de gobiernos y organizaciones, acusaciones a Israel y manifestaciones de preocupación por una escalada del conflicto en Oriente Medio.
El movimiento chií Hizbulá, respaldado por Irán, hizo "plenamente responsable" a Israel del ataque, prometió una "represalia específica" y aseguró que proseguirá sus "operaciones para apoyar a Gaza, su gente y su resistencia".
El movimiento islamista Hamás, que controla Gaza y está enfrentado a una cruenta guerra con Israel, también culpó al Estado israelí de la "agresión terrorista", al igual que el Gobierno de Irán, que condenó los "asesinatos en masa" de militantes de Hizbulá y pidió a la comunidad internacional actuar con rapidez para “hacer frente a la impunidad de las autoridades criminales sionistas”.
El presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan, responsabilizó también a Israel de la cadena de explosiones en dispositivos buscapersonas de miembros del grupo chií Hizbulá, que en Siria dejaron al menos 14 heridos, según organizaciones de derechos humanos.
Erdogan habló hoy por teléfono con el primer ministro de Líbano, Najib Mikati, para expresarle sus condolencias, y manifestar que "los esfuerzos de Israel para extender el conflicto en la región son extremadamente peligrosos", según un comunicado de la oficina de comunicación de la Presidencia turca.
Los miembros del grupo chií usan esta clase de dispositivos como medio de comunicación para evitar ser geolocalizados por Israel, que ha llevado a cabo asesinatos selectivos contra sus miembros de Hizbulá.
La cifra de muertos por las explosiones de los "busca", también llamados "beeper" o "biper", se elevó este miércoles a una docena, mientras la de heridos ronda los 3.000, de los cuales 1.800 requirieron hospitalización.
Entre estos últimos hay más de 200 casos críticos, según el ministro libanés de Salud Pública, Firas Abiad.
El embajador iraní en Líbano, Mojtaba Amani, es uno de los heridos por las explosiones de los "bipers", que según la empresa taiwanesa Gold Apollo, creadora del modelo, fueron fabricados por BAC Consulting, una firma con sede en Budapest con la que EFE trató sin éxito de comunicarse.
Según fuentes oficiales, el embajador se encuentra en buen estado.
"Hubo más de cien hospitales que nos ayudaron a recibir a los heridos, todos los hospitales en todas las áreas, incluido el norte", afirmó el ministro Abid en declaraciones a la prensa durante una visita a centros hospitalarios.
El ministro, médico de profesión, apuntó que la mayoría de las heridas fueron en la cara, en concreto quemaduras que obligaron a realizar reanimación cardiopulmonar a los pacientes, y también en las manos, con "muchos" casos de amputación debido a las explosiones.
Se espera, agregó, que todos los pacientes que requieren intervenciones quirúrgicas sean operados hoy mismo.
Países de la región, como es el caso de Irán, Irak y Jordania han enviado ya suministros y también personal médico para ayudar a tratar a las víctimas, mientras que Egipto, Siria o Turquía han ofrecido también su ayuda.
RECHAZO INTERNACIONAL
La comunidad internacional ha reaccionado con rechazo al ataque simultáneo a los militantes de Hizbulá y también con preocupación por la escalada del conflicto en Oriente Medio.
"En el contexto de las crecientes tensiones en la frontera entre el Líbano e Israel este tipo de acciones irresponsables pueden conducir a consecuencias extremadamente peligrosas, ya que provoca una nueva espiral de la escalada", afirmó en un comunicado la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova.
La representante del Ministerio de Exteriores rusa demandó "una investigación amplia de dicho crimen y el castigo de todos los culpables para que este nuevo atentado terrorista no pase por alto".
"Seguimos vigilando de cerca la situación en Líbano. El Reino Unido trabaja con socios diplomáticos y humanitarios en la región. Las víctimas civiles tras estas explosiones son profundamente angustiosas. Instamos a mantener la calma y reducir la escalada en este momento crítico", señaló un portavoz del Ministerio de Exteriores del Reino Unido.
La única reacción hasta ahora de Israel es un comunicado en el que el Ejército israelí dice estar evaluando la situación tras la explosión de cientos de dispositivos buscapersonas del grupo chií Hizbulá en Líbano.
"En este punto no hay cambios en las directrices del Comando del Frente Interior. Se debe mantener la vigilancia, y cualquier cambio en la política se anunciará de inmediato", se lee en un comunicado castrense, que no menciona directamente Líbano ni al grupo chií, ni expresa condena.
El mismo martes el Gobierno de EE.UU. aseguró que "no estuvo involucrado" en la explosión de cientos de aparatos buscapersonas, aseguró que no tenía conocimiento previo del incidente y evitó señalar a Israel como responsable.