Por La República
El FBI se encuentra investigando la responsabilidad del "ataque sónico" del que fueron víctimas 21 diplomáticos estadounidenses y cinco funcionarios canadienses que se encontraban en Cuba. Hasta el momento, el Departamento de Estado define a este acto como "ataque a la salud".
Se cree que estos ataques se produjeron en los hogares de los diplomáticos y en un caso, en el hotel Capri, administrado por la cadena española NH, pero propiedad del Estado. Según declaraciones del huésped, pudo sentir en cama un sonido agudo y focalizado que desaparecía al moverse a otro punto de la habitación.
Esto pudo haber ocurrido entre noviembre de 2016 y la primavera de 2017, y produjo síntomas como como mareos, confusión mental, sordera y lagunas de vocabulario básico. Incluso, algunos de ellos han sufrido daños auditivos permanentes o afectaciones en el sistema nervioso.
Para aclarar lo sucedido, el presidente cubano contactó al diplomático estadounidense de mayor rango en La Habana y se mostró preocupado y perplejo por los hechos.