Por primera vez en la historia de Guatemala, el oficialismo no lleva candidato presidencial a los comicios.
Por: AFP
El militar Otto Pérez marcha favorito para ganar la Presidencia de Guatemala en la segunda vuelta electoral del próximo 6 de noviembre frente al empresario Manuel Baldizón, ambos como candidatos de derecha que prometen mano dura contra la delincuencia.
A casi una semana de la votación, las encuestas dan a Pérez, un general retirado acusado de violaciones a los derechos humanos durante la guerra civil (1960-1996), un 55% de la intención de voto, 10 puntos mas que Baldizón, a quien se responsabiliza de vínculos con el crimen organizado.
Pérez y Baldizón, contra quienes no pesa ningún cargo en los tribunales, disputarán la segunda ronda tras obtener en los comicios del 11 de septiembre el 36% y 23%, respectivamente, muy lejos de la mayoría absoluta necesaria para ganar en primera vuelta.
El ganador sustituirá al presidente álvaro Colom, quien no logró resolver los problemas de pobreza y criminalidad, como primer socialdemócrata que gobierna Guatemala después del derrocamiento de Jacobo Arbenz en 1954 por un movimiento militar orquestado por Estados Unidos.
Por primera vez en la historia de Guatemala, el oficialismo no lleva candidato presidencial a los comicios, luego de que autoridades judiciales y electorales le negaran la inscripción a la ex primera dama Sandra Torres.
Pérez, de 61 años y quien acude a las urnas como líder y fundador del Partido Patriota, buscará por segunda vez la presidencia, derrotado hace cuatro años por Colom pese a que entonces las encuestas lo favorecían.
De 41 años, Baldizón, también creador de su partido, Libertad Democrática Renovada (Líder), aspira por primera vez a la Presidencia, tras haber sido diputado en los últimos ocho años.
En un país con una tasa de 47 asesinatos por cada 100.000 habitantes -uno de los índices más altos de Latinoamérica y seis veces más que la media mundial, ambos aspirantes derechistas centraron sus promesas en el combate a las pandillas juveniles y al crimen organizado. Baldizón es partudario del restablecimiento de la pena de muerte.
La violencia enluta a unos 6.000 hogares guatemaltecos cada año, cifra que supera los 5.500 muertes que se registraban durante la guerra. La mayor fuente actual de violencia es el narcotráfico, responsable del 42% de los asesinatos. Los cárteles de la droga controlan grandes extensiones del territorio guatemalecto, en especial el mexicano de Los Zetas, responsable de la matanza de 27 campesinos en mayo pasado en Petén, al norte de la capital, fronterizo con México.
El proceso electoral ha estado también marcado por un gasto desmedido en la campaña y el dudoso origen del financiamiento de los partidos.
Según un informe de Acción Ciudadana, filial de la ONG Transparencia Internacional, los partidos gastaron 65 millones de dólares entre el 2 de mayo, cuando arrancó la campaña, y el 15 de octubre, es decir unos 400.000 dólares diarios en un país donde dos millones de personas sobreviven con menos de un dólar al día.
Más del 50% de esas sumas provinieron de los partidos de Pérez y Baldizón.
Ese gasto 'es una ofensa' para el país, pues el 51% de los 14 millones de guatemaltecos vive en la pobreza, un 15% en la extrema pobreza y la mitad de los niños menores de cinco años padecen de desnutrición crónica, dijo Manfredo Marroquín, presidente de Acción Ciudadana.
A la segunda ronda electoral están convocados 7,3 millones de guatemaltecos para elegir al sucesor de Colom por un período de cuatro años, desde el 14 de enero.
En la primera ronda, los guatemaltecos eligieron 158 diputados al Congreso -que quedó repartido entre oficialismo y oposición-, 20 representantes al Parlamento Centroamericano y 333 alcaldes municipales.