POR EFE
América Latina y el Caribe afronta el reto de generar y aplicar estrategias nacionales para impulsar la pesca y la acuicultura y que estas contribuyan más a la seguridad alimentaria, nutricional y la reducción de la pobreza, afirma a EFE el Oficial Principal de Pesca y Acuicultura de la FAO para la región, Javier Villanueva.
El funcionario de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura o FAO participa en la XIX Sesión de la Comisión de Pesca en Pequeña Escala, Artesanal y Acuicultura para América Latina y el Caribe (COPPESAALC), que comenzó el miércoles en la Ciudad de Panamá y culminará este viernes.
El objetivo de la cita, que reúne a delegados de cerca de una veintena de países de América Latina y el Caribe, es abordar los desafíos regionales para incrementar la contribución de los sistemas alimentarios acuáticos a la seguridad alimentaria, la nutrición y la reducción de la pobreza.
Y el "primer desafío" que enfrenta en ese sentido la región "es el poder tener estrategias a nivel nacional, que incluyan las revisiones de los marcos normativos, la elaboración de políticas, el fortalecimiento de capacidades y de la institucionalidad que maneja la pesca y la acuicultura para poder fortalecer el sector", afirma el funcionario internacional.
"Esto va a implicar la mejora de los programas en los que los usuarios de recursos, en el caso de la pesca, o los productos, en el caso de acuicultura, pueden expandir de manera sostenible su producción o manejar de una forma más sostenible los recursos", explica Villanueva, tras recordar que "la pesca es el único sector" cuya producción, "al día de hoy, todavía depende de la extracción directa de los recursos del medio ambiente".
Es por ello que la capacitación es un elemento preponderante en la estrategia nacional, en el caso de las pesquerías, "para que la gente entienda por qué hay que manejar de manera sostenible respetando cuotas de captura, las artes de pesca permitidas, si hay alguna temporada de veda, etc.".

Para el caso de la acuicultura y su expansión sostenible, hay que tomar en cuenta temas de bioseguridad, con "estrategias que prevengan la generación de una posible enfermedad o incidencia" que puede darse por "poner muchas peces, muchos camarones, muchos productos de los que se están produciendo dentro de una misma área", agrega.
"Entonces, básicamente y en resumen, el fortalecimiento del sector va a depender mucho de cómo vamos elaborando las políticas, la normativa y la implementación, para que todos los usuarios de los recursos y los productores puedan entender y caminar hacia la sostenibilidad", asevera Villanueva.
FAO afirma que globalmente, se reconoce cada vez más el papel estratégico de los alimentos acuáticos para combatir el hambre, y precisa que el consumo aparente mundial de alimentos acuáticos es de 20,7 kilos per cápita por año.
Sin embargo, en América Latina y el Caribe, el consumo promedio per cápita de alimentos acuáticos es de 11 kilos al año, y para sostener este nivel hacia 2050 será necesario aumentar la producción acuática en al menos un 13 %.
La agencia de la ONU señala que la producción pesquera regional, que suma captura en el mar y acuicultura, alcanzó en el 2023 las 15,47 millones de toneladas.
Y precisa que la acuicultura creció a una tasa del 7,7 % entre 2000 y 2022, con un gran potencial de expansión sostenible.
En este contexto, la iniciativa 'Transformación Azul' de FAO busca maximizar la contribución de los sistemas alimentarios acuáticos a dietas saludables, asequibles y sostenibles, con especial énfasis en el crecimiento inclusivo y la protección del medio ambiente, indica el organismo de la ONU.