Por Agencia EFE
América Latina y el Caribe necesitan unos US$99.000 millones al año para alcanzar un desarrollo sostenible, según el informe 'Perspectivas económicas de América Latina 2024. Financiando el desarrollo sostenible', elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y la Comisión Europea (CE).
Esa cantidad es "una cifra apabullante", según el secretario general iberoamericano, Andrés Allamand, que participó en la presentación junto con la secretaria de Estado de Cooperación Internacional de España, Eva Granados, entre otros.
Ambos destacaron distintas conclusiones del informe, como la baja productividad en la región, que incluso va a la baja, en palabras de Allamand.
O "el problema enorme" del trabajo informal, que va en aumento, y "la baja recaudación tributaria", añadió.
A estos problemas estructurales se suma la situación actual, porque el proteccionismo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con su política de fuertes aranceles, perjudicará especialmente a países en vías de dasarrollo, advirtió.
Allamand alertó de que esa política no es algo impulsivo, sino bien pensado por Trump y con efectos a largo plazo.
Por su parte, la secretaria de Estado calificó como "un gran reto" ese déficit financiero de US$99.000 millones para avanzar en desarrollo sostenible en América Latina.
Granados citó una de las recomendaciones del informe, el contar con una estrategia conjunta de toda la región para afrontar ese reto.
Igualmente, subrayó que la "bomba arancelaria" de Trump, que según sus palabras ha provocado pérdidas de más de un billón de dólares en las bolsas en todo el mundo, hace aún más necesarias ese tipo de alianzas internacionales en regiones como América Latina.
Los altos índices de pobreza, de casi el 27 % en el conjunto de la región; la elevada inflación; y la gran dependencia de impuestos indirectos como el IVA, que ronda el 48 % de media regional, son otros de los obstáculos, de acuerdo a este análisis.
Una mejor gestión tanto en el gasto como en la deuda ayudaría, en cambio, a disponer de más recursos en la región para avanzar en ese desarrollo.
Además, si bien un 34 % de la financiación para el desarrollo va en apoyo de las empresas, en especial de las pymes, el porcentaje cae al 19 % en "transición verde, igualdad de género, transformación digital o innovación", concluye.