Por AFP
Panamá reforzó la vigilancia marítima, después de clausurar algunos pasos en la selva del Darién para controlar la llegada de migrantes que viajan a Estados Unidos, una medida que ha causado roces con Colombia.
El ministro de Seguridad, Frank Ábrego, "ordenó el despliegue de patrulleras" de la guardia costera y de la policía fronteriza "en las costas del Caribe y Pacífico", informó su ministerio en su cuenta de la red X.
La instrucción también establece "la retención y entrega a las autoridades policiales o migratorias de Colombia de cualquier persona que viaje en bote con migrantes irregulares y trate de ingresar a las áreas jurisdiccionales de Panamá", indicó el ministerio en otro tuit.
Estas órdenes fueron impartidas tras la decisión del nuevo presidente panameño, José Raúl Mulino, de "cerrar al menos cinco pasos en la frontera con Colombia", agregó el ministerio.
El miércoles, el gobierno panameño confirmó el cierre de varios pasos irregulares que usan los migrantes para cruzar la inhóspita selva del Darién, fronteriza con Colombia.
Según el gobierno panameño, estos cierres buscan que los migrantes viajen de forma controlada por un "paso humanitario" que los conduce a un albergue, donde son atendidos por funcionarios de Panamá y de diversos organismos internacionales.
Sin embargo, el presidente colombiano, Gustavo Petro, criticó la medida y aseguró que "los alambres de púas en la selva" solo traerán "ahogados en el mar".
"La migración se frena quitando bloqueos económicos y mejorando la economía del sur", agregó Petro en su cuenta de X.
El "cierre del Darién" obligará a los migrantes "a buscar otras rutas más peligrosas para seguir en su éxodo inevitable", criticó también el expresidente colombiano Ernesto Samper (1994-1998).
Esta jungla se ha convertido en un corredor para miles de migrantes que desde Sudamérica tratan de llegar a Estados Unidos.
En 2023, más de medio millón de personas atravesaron esta ruta, pese a los grandes peligros que conlleva, como ríos caudalosos, animales salvajes y grupos criminales.
En su mayoría son venezolanos, pero también destacan los migrantes haitianos, ecuatorianos, colombianos y chinos.
Mulino ha prometido repatriar a los migrantes que ingresen al país por la selva. Para ello, firmó un acuerdo con Estados Unidos mediante el cual Washington aportará seis millones de dólares para el pago de los vuelos de repatriación y otras actividades.
Estados Unidos, que anunció en junio el envío a Darién de una unidad especializada en el combate al tráfico de personas, avanza hacia unas elecciones en noviembre en las que la migración es uno de los temas principales.