De acuerdo a estudio reciente publicado por la revista científica The Lancet, el número de personas que declararon tener trastornos depresivos y de ansiedad graves aumentó durante el 2020. La investigación advierte que a raíz de la pandemia por covid-19 se produjeron 76 millones más de trastornos de ansiedad en el mundo.
Según la Organización Mundial de la salud (OMS), trastornos que empiezan a ser tan comunes como la ansiedad, imponen una enorme carga global de enfermedad que conduce a la mortalidad prematura y afecta el funcionamiento y la calidad de vida de millones de individuos. Joel Minden, psicólogo clínico especializado en terapia cognitivo-conductual (tcc) para la ansiedad, describe esta afección como una respuesta emocional orientada al futuro hacia una amenaza percibida. Cuando se anticipa que sucederá algo terrible y que no podrá ser afrontado, las personas suelen sentirse ansiosas.
Los trastornos de ansiedad se caracterizan por una angustia abrumadora, hasta el punto de que las estrategias de afrontamiento que las personas utilizan para manejar la emoción se vuelven excesivas e irrazonables.
Por esta razón, cuando la ansiedad y los trastornos derivados de ella se cronifican, causan agotamiento y fatiga porque la persona se encuentra en una situación de alerta permanente.
Algunos de los síntomas más comunes en los que es posible observar este cansancio pueden ser tensión y molestia muscular, Insomnio y otros trastornos del sueño, problemas estomacales, ataques de pánico, entre otros.
El inconveniente con la ansiedad es que se retroalimenta, de manera que los pensamientos que empiezan siendo pequeños y acaban en verdaderos problemas, que a su vez se vuelven cíclicos.
Existen muchas técnicas de relajación y meditación que pueden ayudarle a una persona a sobrellevar un momento de ansiedad para recobrar un poco de tranquilidad. Sin embargo, es importante aclarar que para estados más elevados de la enfermedad siempre será bueno tener la guía de un profesional de la salud.
Para sobrellevar un episodio de ansiedad, hace falta respirar profundo. Así, la persona podrá distraerse de los pensamientos ansiosos y bajar las pulsaciones y el estado de alerta. Los ejercicios de relajación ayudan a volver al aquí y ahora para dejar de pensar en el futuro.