Por revistaeyn.com
La inflación general de Costa Rica, medida por la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor, se ubicó en 0,8 % en diciembre pasado, la mayor tasa interanual en los últimos 19 meses.
Este resultado estuvo determinado, en buena medida, por un choque de oferta (incrementos significativos en el precio de algunos bienes agrícolas producto de condiciones climáticas adversas), reporta el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
El subíndice de servicios al término del 2024 presentó una variación interanual de 3,0 %, resultado que, aunado al comportamiento reciente de la inflación general, sugiere que es poco probable el retorno a tasas de inflación negativas.
En lo que respecta a los indicadores de inflación subyacente, el promedio de sus tasas de variación interanual continuó con valores positivos y en diciembre alcanzó un 0,9 %. Estas métricas buscan capturar las presiones inflacionarias generadas por la demanda agregada.
Por ello, la Junta Directiva del BCCR, acordó mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 4,00 % anual.
Las expectativas de inflación, tanto obtenidas a partir de la encuesta del Banco Central como aquellas generadas de la negociación de títulos públicos en el mercado financiero costarricense (expectativas de mercado), están dentro del rango de tolerancia alrededor de la meta de inflación.
En diciembre del 2024, la mediana de la encuesta a 12 y 24 meses fue de 2,0% y 3,0%, respectivamente, mientras que las expectativas de mercado se ubicaron en 2,3% y 2,4%, en ese orden para esos mismos plazos.
Los modelos de proyección del BCCR, con la información disponible al momento de esta decisión, sugieren el ingreso de la inflación general y subyacente al rango de tolerancia hacia el tercer trimestre del 2025, tal como se contempló en la decisión de política monetaria de diciembre pasado.
La Junta Directiva valoró los riesgos que podrían incidir a la baja en la trayectoria proyectada de la inflación, de los cuales destacan un crecimiento económico de los socios comerciales inferior al previsto, ante la permanencia de una política monetaria restrictiva por más tiempo; la persistencia de la inflación por debajo del rango de tolerancia alrededor de la meta, que pudiera incidir en menores expectativas de inflación; y una menor y más lenta transmisión de las reducciones de la Tasa de Política Monetaria a las tasas de interés activas de algunas actividades; sin embargo, la probabilidad de materialización de estos dos últimos riesgos se ha reducido.