Por Norma Lezcano - Estrategia & Negocios
El mundo se está moviendo a una velocidad de vértigo. Si bien son las actualizaciones tecnológicas las que abren las posibilidades para que la realidad se transforme, es la rapidez con la que se adoptan y validan las innovaciones lo que imprime la velocidad.
Lo que está sucediendo es como para abrocharse los cinturones y respirar hondo, para evitar la ansiedad. “Hoy, la velocidad del cambio nunca ha sido tan rápida.. pero nunca volverá a ser tan lenta” dijo hace unos años atrás el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. ¿Exageró? Tal vez, no.
“Pronto estaremos experimentando cambios que desafiarán nuestra capacidad de comprensión”, afirmó Peter Diamandis, cofundador y presidente ejecutivo de Singularity University.
Para poder seguir el compás de este nuevo ciclo que atraviesa la Humanidad, la Educación Ejecutiva se vio obligada a resetear sus contenidos, formatos, metodologías, interacciones, sistemas de alianzas y, al final, los propósitos fundamentales que guían sus propuestas de valor. Y este no es un proceso acabado, sino en constante evolución.
En este artículo intentaremos aproximarnos a los 5 hitos que definen una Educación Ejecutiva 4.0, alineada a las necesidades de un mercado que ya avanza al ritmo de la Cuarta Revolución Industrial (4RI):
1-Formación diseñada para procesos de Reskilling, Upskilling y Newskilling. Hoy, los MBA se convirtieron en los primeros escalones sobre los que se debe construir un lifelong learning (un sistema de aprendizaje continuo).
Ya sea en entrenamientos ofrecidos por Escuelas de Negocios, por plataformas digitales, entrenadores in company o universidades corporativas, las organizaciones están obligadas a facilitar que sus empleados se monten al cambio y adopten la tecnología. Para ello, necesitan capacitar en tres niveles: para adquirir habilidades que permitan asumir nuevos roles (Reskilling); para optimizar el desempeño en una función con habilidades potenciadas y actualizadas (Upskilling) y para sumar habilidades técnicas, tecnológicas o de liderazgo propias de la 4RI (Newskilling).
“Los equipos deberán evitar ser `todólogos` y enfocarse más en el micro aprendizaje, por lo que éste será más modular y de acuerdo con la demanda de conocimiento específico que exista”, explica Álvaro Artiles, socio líder de Digital Upskilling para Interamericas, PwC.
“Esto permitirá a las personas adquirir rápidamente nuevas habilidades y conocimientos según sea necesario”, agrega.
2-Modelos Híbridos de Enseñanza. Las opciones presenciales tradicionales (clases magistrales, talleres interactivos y discusiones en grupo en el campus o en otros entornos físicos) se combinan con componentes en línea (lecciones y módulos que se pueden completar a propio ritmo; webinars y clases virtuales; acceso a bibliotecas digitales, casos prácticos y ejercicios interactivos).
Los modelos híbridos son cada día más eficientes gracias a las Plataformas de Gestión del Aprendizaje (LMS) -como Canvas, Blackboard o Moodle- que centralizan la administración de cursos, seguimiento del progreso y evaluación de los estudiantes; y a las Herramientas de Colaboración que facilitan comunicación, co-creación y conocimiento compartido (aplicaciones como Slack, Microsoft Teams y Google Workspace).
Por caso, el ISEADE (Instituto Superior de Economía y Administración de Empresas), presente en toda Centroamérica, es un ejemplo de esta metodología híbrida.
“El MBA es semipresencial, los Postgrados son en su mayoría virtuales sincrónicos y los Programas Corporativos, a la necesidad del cliente (virtual sincrónico, presencial o híbrido). Se ha identificado que, dependiendo del perfil del profesional y el objetivo de aprendizaje, nuestros alumnos varían su preferencia de modalidad”, explican desde la institución.
3-Priorización de la Práctica sobre la Teoría. Hoy, los ejecutivos enfrentan desafíos y decisiones complejas que requieren soluciones prácticas y aplicables. La enseñanza basada en la práctica permite a los participantes abordar problemas reales del negocio y aplicar inmediatamente lo aprendido en sus roles laborales.
Talleres interactivos, ejercicios de grupo y proyectos prácticos facilitan el aprendizaje experiencial, donde los ejecutivos pueden experimentar, ajustar, reflexionar y aprender de la acción.
El giro de la teoría hacia la práctica no es moda. Es un hito con razones muy fundadas. Ocurre que con el avance de la IA, más personas tendrán acceso a datos y herramientas analíticas, lo que permitirá (no solo a la compañía, sino a la competencia y a las diferentes partes interesadas) tomar decisiones proactivas e informadas en todos los niveles.
“Esto conllevará a que las empresas, en todas las industrias, tengan que adquirir una mentalidad de mejora continua, refinando y evolucionando constantemente sus productos y servicios en función de la información más reciente”, explica Álvaro Artiles, de PwC.
“Asimismo, al contar con información en tiempo real, la adaptación de la estrategia y las decisiones se volverán más dinámicas, ajustando sobre la marcha y dando respuestas rápidas y efectivas a eventos inesperados”.
Claramente, en ese escenario, la mera teoría se puede convertir en letra muerta si no apela a la práctica.
4-Formación para el emprendedurismo dentro de las organizaciones. Si en el pasado, la formación en negocios aspiraba a crear los mejores directivos, hoy debe proponerse generar los mayores emprendedores y creadores de innovación y disrupción.
El profesional formado con “cultura intrapreneurs” garantizará su compromiso con el aprendizaje continuo; manifestará un engagement genuino con la empresa porque allí encontrará que realiza su propósito; y será una fuente constante de iniciativas alineadas a la estrategia y misión de la organización. El intrapreneur cuidará el negocio “de abajo hacia arriba”.