Por estrategiaynegocios.net
A principios de 2022, entró en vigor la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual incluye al “burnout” o síndrome de desgaste profesional, como un padecimiento laboral.
La OMS lo define como el “resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo, que no se ha manejado con éxito” y para notar cuando una persona sufre de burnout es necesario identificar los siguientes síntomas: agotamiento emocional, falta de energía, conductas negativas hacia otros individuos, sentimientos de baja realización personal e intolerancia al estrés.
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De acuerdo con cifras de la OMS, el 75% de los empleados mexicanos padecen los efectos del estrés laboral crónico conocido como “burnout”, lo cual genera problemas físicos como dolor de cabeza, cansancio constante y prolongado, malestar estomacal (gastritis, colitis), tensión o dolores musculares. También caída del cabello, cambios en el peso corporal sin aparentes causas y problemas en la piel, entre otros. Pero también desencadena daños psicológicos como angustia e irritabilidad, ansiedad, falta de motivación, insomnio, falta de concentración y depresión, como los más frecuentes. Todo lo anterior en detrimento de la productividad del empleado y de la organización para la cual presta sus servicios.
“Es un problema grave que se está incrementando y cuyas causas son diversas, pues van desde la presión laboral hasta el poco apoyo de superiores o compañeros, bajo salario, etcétera”, dijo David Padilla, CEO y cofundador de Kenjo, empresa líder del sector de Software as a Service, especializada en la digitalización del área de Recursos Humanos de las empresas.
“Es fundamental que las empresas enfoquen sus esfuerzos en disminuir o calmar este problema, con la finalidad de ubicar y medir los factores que generan el estrés laboral, y con esto poder crear una estrategia para implementar nuevas políticas, o modificar las actuales, y con ello generar una nueva cultura de trabajo en la que se privilegie el bienestar de las personas”, agregó David Padilla.
Desde 2017, México ha aparecido entre los primeros lugares de países con más personas que presentan el síndrome de desgaste profesional. Hoy día ocupa el primer lugar. Se dice que, en México, 8 de cada 10 personas sufren burnout, no solo afectando a las personas sino también a la economía. Según la consultora AON, el burnout ha ocasionado una pérdida por 16 mil millones de pesos a las empresas mexicanas.
“Otro factor importante es que se pueda ayudar a los departamentos de Recursos Humanos a promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo (fábricas, oficinas, centros logísticos, etcétera), así como simplificar sus procesos de gestión, optimizar los tiempos y al mismo tiempo cumplir con la legislación vigente en materia de RRHH. Todo lo anterior en adición a implementar programas para manejo de estrés, horarios flexibles, oficina en casa, actividades de bienestar, salario emocional, entre otros beneficios”, señaló David Padilla.
En este mismo camino por erradicar o evitar el burnout, han surgido empresas que se especializan en la disminución de la carga laboral ya sea a través de creación de software que agiliza el trabajo o programas de atención al estrés laboral.
“Por ejemplo en Kenjo diseñamos un software que simplifica, agiliza y optimiza procesos y tiempos del área de RRHH. Todo dentro del marco de la Ley Federal del Trabajo. En este caso, el software digitaliza la asignación de turnos laborales y sincronización con las vacaciones; integra la nómina con otras funcionalidades como cuadrantes de turno, etcétera; al igual que digitaliza la documentación de empleados, entre otras funciones más. Kenjo permite ahorrar hasta un 50% de tiempo”, enfatizó David Padilla.
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“Sin duda, la ayuda a estas empresas para la erradicación del burnout es importante; sin embargo, no hay que olvidar que también estas organizaciones deben de tomar iniciativas como la promoción de un equilibrio entre la vida personal y laboral, disminución de horas laborales, evitar las hora extras y una mayor priorización de la salud física y mental antes que el trabajo”, concluyó David Padilla.