Los retos para Banco Agrícola están claros, hay una acelerada transformación tecnológica, que avanza con gran rapidez y agilidad, por lo que los clientes esperan que la entrega de productos y servicios sea igual de eficiente. Desde esa óptica y bajo el liderazgo de Rafael Barraza, su presidente ejecutivo, el banco ha desarrollado toda una estrategia de negocio.
La agenda de trabajo de Barraza y de toda la organización pasa por el impulso de las pequeñas y medianas empresas, la inserción tecnológica, la educación financiera y por incentivar la bancarización en todos los estratos de la sociedad.
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A Barraza le gustan los retos, los convierte en oportunidades, en acciones estratégicas y su liderazgo se expande al resto del equipo. Para él, un líder debe empoderar a su gente, motivarla a ser propositiva, a tomar decisiones para el logro de resultados. Entiende que fomentando el trabajo colaborativo se potencian los resultados y tiene claro que debe ser el primero en dar el ejemplo mediante la acción.
"En Banco Agrícola trabajamos bajo la premisa que todos vamos hacia la misma meta y, como equipo, debemos fijarnos un objetivo común. Parte de nuestra cultura y forma de hacer banca es poner al cliente al centro, lo cual implica ponernos en sus zapatos, vivir los valores de responsabilidad, respeto y en todo momento debemos dar más de nosotros mismos para ofrecer un valor agregado", comentó el presidente.
Entre sus prioridades destaca el apoyo a las Pymes, pues considera que son y serán un foco de atención clave. También reforzar acciones en pro de la bancarización mediante soluciones (incluyendo las digitales) que estén al alcance de las personas bajo un concepto de ser asesor no de productos, sino de soluciones financieras.
"La clave está en que las personas cuenten con herramientas desde las primeras etapas de su vida, las cuales les faciliten tomar decisiones más informadas que mejoren su calidad de vida y hagan más amigable su interacción con el sistema financiero", afirma el directivo.
Sabe que frente a sus grupos de interés, la transparencia y la información clara y precisa tienen un gran poder, por ello, recurre a la educación financiera como uno de los puentes para comprender y satisfacer las necesidades del cliente. Si su objetivo es transformar positivamente la vida de las personas, necesitan primero ganar su confianza.
Banco Agrícola se erige como el principal banco de El Salvador con una cobertura de más de 1.000 puntos de servicio. En las últimas dos décadas supo adaptarse a los cambios del entorno local e internacional, como la dolarización de la economía salvadoreña en el 2001; o en el 2004 cuando la banca salvadoreña se internacionalizó, proceso que dio paso en el 2006 a la venta de bancos de capital local a bancos extranjeros.
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