Este proceso de evolución, precisa Juan Ignacio Martínez, presidente de la Junta Directiva de Tabacos Joya de Nicaragua, comenzó a inicios del nuevo milenio, para responder a la nueva dinámica del mercado. Así, Joya de Nicaragua pasó de ser una marca a convertirse en una identidad de fábrica, con una serie de submarcas que diversifican el perfil y la calidad del producto.
'Estas nuevas submarcas o variedades permiten que Joya de Nicaragua se convierta en una marca emblemática, simbolizando la calidad del tabaco auténticamente nicaragüense con una amplia gama de perfiles de sabor. Hoy en día nuestra marca se comercializa mundialmente, a través de distribuidores que llevan el mensaje de la marca, de nuestro país y de nuestra gente al paladar de los más exigentes consumidores alrededor del mundo", dice Martínez.
"Definimos a nuestro consumidor como un ‘cazador de historias’. Son personas curiosas, que disfrutan de indagar sobre los productos que consumen y las historias detrás de los mismos".
La planta de tabacos Joya de Nicaragua S.A. está en la norteña ciudad de es-telí -a unos 140 km. de Managua- considerada la capital del tabaco. "Nos consideramos una fábrica tradicional, que después de 47 años aún conserva la mística detrás del arte de fabricar puros. Aun así, hemos aprendido a adaptarnos al cambio", apunta.