Por E&N Brand Lab para Deloitte
Carla Coghi Rivera, Socia Directora Región Centroamérica y República Dominicana de Deloitte Spanish Latin America, fue la encargada de dar a conocer los resultados del estudio Mujeres en el trabajo 2024, durante el evento Mujeres Desafiantes en Guatemala, que reunió a más de 600 empresarias en busca de fomentar la creación de redes e intercambio de conocimientos.
Originaria de Costa Rica, Coghi Rivera es Contadora Pública, con una maestría en Asesoría Fiscal y se especializa en asesoría tributaria de empresas del sector consumo y de zona franca. Durante su intervención, la líder de Deloitte destacó que, si bien es cierto, los países de Centroamérica no forman parte de la encuesta, ésta refleja cifras de situaciones que también se viven en la región, por ejemplo, la importancia de la diversidad en las organizaciones.
De acuerdo con la investigación, en una empresa diversa se fortalecen las relaciones humanas, se fomenta la creatividad en los espacios de trabajo, lo cual tiene un claro impacto en el rendimiento laboral. Además, las organizaciones diversas logran fomentar conductas inclusivas más allá de los espacios laborales y construir una buena marca empresarial, lo que implica una buena reputación como lugar de trabajo y la atracción de los mejores talentos.
“Todas estas ventajas se traducen en elementos que coadyuvan tanto con la obtención de mayores utilidades y con personal más motivado y dispuesto a contribuir más ampliamente”, aseguró.
CERRANDO BRECHAS
La directiva destacó que pese a los avances que ha habido en materia de igualdad de género en las organizaciones, aún queda bastante trabajo por hacer. En este sentido, apuntó que los resultados de un estudio realizado por el BID en 2023, revelan que las mujeres enfrentan grandes brechas y tienen una escasa participación en el mercado de trabajo. Según el BID, en los últimos 50 años se observaron importantes avances, ya que la tasa de participación femenina pasó de alrededor del 20% en la década de 1960, a más del 60% a inicios de la década de 2010. Sin embargo, el ritmo de crecimiento se desaceleró a partir de los años 2000 y la tasa continúa estando muy por debajo de la tasa de participación de los hombres, que supera el 80%.
“Si vemos las cifras, aún tenemos mucho por hacer. Por ejemplo, en Latinoamérica las normas de género suelen ser relevantes. El estudio de Deloitte expone que las mujeres latinoamericanas y caribeñas dedican más del doble de horas que los hombres a responsabilidades domésticas y de cuidado no remuneradas (38 frente a 16 horas semanales, respectivamente). Esta es la realidad de nuestros países, pero necesitamos encontrar el equilibrio y abrir espacios para que las mujeres podamos crecer en la parte profesional”, expresó.
La encuesta de Deloitte también revela que las mujeres enfrentan un alto grado de segregación, porque una vez lograr entrar al mercado laboral, tienden a encontrarse en empleos de menor salario y calidad con respecto a los hombres. También enfrentan segregación ocupacional, ya que las mujeres son empleadas principalmente en los sectores de cuidado, como salud, educación y servicio doméstico; así como segregación educativa, al haber una baja propensión de las mujeres a estudiar carreras relacionadas con los sectores de alta productividad y altos salarios en las áreas de las Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas.
“Estas brechas las tenemos que ir cerrando, porque nuestras habilidades son iguales a la de los hombres. Aquí lo que cuenta es el trabajo en equipo y sabernos apalancar con nuestros compañeros en las oficinas para crecer todos de la misma forma”, dijo la experta.
Durante su ponencia, en el evento que llevaba por nombre Mujeres Creadoras de Equilibrio en las Empresas de Centroamérica, Coghi Rivera también hizo referencia al “techo de cristal” y explicó que este término hace alusión a todas aquellas barreras que limitan el acceso de las mujeres a cargos jerárquicos y obstaculizan la progresión laboral femenina. “Muchas veces la principal barrera viene de nuestra mente, que nos dice que no podemos, que no lo merecemos. Acá es donde resulta importante a lo interno la automotivación, sacar agallas y empoderarnos. Sí podemos, tenemos que creer en nosotras mismas, ese es el primer paso para tener éxito”, enfatizó.
El estudio Mujeres en el Trabajo 2024 fue realizado por la firma consultora con base a entrevistas a 5.000 mujeres en 10 países, y entre los hallazgos del mismo destaca, por ejemplo, que el 50% de las encuestadas dice que sus niveles de estrés son más altos que hace un año y una cifra similar dice estar preocupada o muy preocupada por su salud mental. Asimismo, que las mujeres con políticas de trabajo híbrido tienen las mejores experiencias este año con respecto al año anterior y que 4 de cada 10 mujeres confirman haber percibido comportamientos no inclusivos en el trabajo.
La Socia Directora Región Centroamérica y República Dominicana de Deloitte señaló que para crear culturas inclusivas que permitan el éxito profesional de las mujeres, las organizaciones deben centrarse en: abordar los factores que generan estrés y aquellos que reducen el estigma. Además, crear una cultura en la que las mujeres se sientan capaces de revelar los desafíos con su salud física y mental, apoyar los esfuerzos para equilibrar las responsabilidades laborales con compromisos fuera del trabajo y promulgar políticas que potencien la progresión profesional de las mujeres.
La experta costarricense también precisó que las organizaciones deben contar con líderes inclusivos, es decir, líderes que destaquen por contar con un compromiso visible con la igualdad y la inclusión, humildad, concienciación de sesgo, curiosidad e interés por los demás, inteligencia cultural y colaboración efectiva. “Las mueres, por naturaleza, fuimos diseñadas para dar vida, y la empatía la tenemos en las venas, y eso nos ayuda mucho en nuestros lugares de trabajo”, valoró.
La directiva finalizó su intervención recordando a todas las asistentes que todas las mujeres son seres de luz. “Todas tenemos luz propia y tenemos que brillar”, dijo.