Cofundadora y copresidenta del grupo empresarial Alvarez y Marín Corporación (con más de 1.500 trabajadores en actividades como la exportación de banano, el ámbito financiero y el desarrollo inmobiliario, con presencia en Costa Rica, Panamá, El Salvador y EE UU). También es directora de Corporación Raventós, grupo dedicado al desarrollo inmobiliario.
Pero su influencia no se circunscribe al ámbito empresarial, es también una activista por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Es cofundadora y presidenta de la Asociación para la potenciación del Liderazgo y Ascenso Social (Alas, la red de mujeres líderes más grande del país); así como cofundadora y presidenta de BALANCE, movimiento nacional por la igualdad de género (2019-2021), entre otros.
La búsqueda de la igualdad (salarios equitativos, promoción en equidad, evitar sesgos en las contrataciones o incentivar la incursión de sus colaboradoras en campos poco tradicionales para la mujer) es una práctica habitual en Alvarez y Marín Corporación y "desde ALAS trabajamos porque otras empresas incorporen las mejores prácticas, también que asuman los siete compromisos propuestos por las Naciones Unidas para la autonomía económica de las mujeres".
La pandemia y los cambios
Con estos atestados puede hablar con conocimiento de causa de cómo ha sido este último año para la mujer y para la empresa: "El mayor desafío es que esta ha sido una pandemia cuyas medidas de contención han afectado con mayor fuerza a industrias con mayor presencia de mujeres como lo es el caso del comercio, el entretenimiento, el turismo y la hospitalidad, provocando la pérdida de miles de empleos y el paso de muchas de ellas a la informalidad y a la vulnerabilidad que esto representa. Aciertan quienes dicen que se trata de una crisis con rostro de mujer", incide Marín.En lo que se refiere a sus empresas, la prioridad siempre estuvo en la seguridad y protección de la salud de los trabajadores, implementando el teletrabajo de inmediato en todas las acti- vidades que lo permitieran. "En la actividad agroexportadora se realizaron inversiones y estable- cieron estrictos protocolos. Establecimos burbujas pensando en la protección pero también en la continuidad de los diferentes negocios. El manejo del flujo de caja y la liquidez se convirtieron en la prioridad diaria".
Además, tomaron la decisión de plantear la crisis como opor- tunidad para fortalecer las relaciones y lealtad con todos sus stakeholders. En un esfuerzo colaborativo, el personal aceptó una reducción temporal parcial de su remuneración a cambio de retener a todos los colaboradores. "Con nuestros clientes y proveedores establecimos reglas flexibles y a la medida que facilitaran su sobrevivencia en el largo plazo".
Conscientes de que esta nueva realidad traerá cambios de más largo plazo "hicimos una reestructuración total de nuestras oficinas, a espacios totalmente colaborativos conforme a las nuevas tendencias y entendemos que la flexibilidad y el teletrabajo serán parte de ese nuevo normal".