Por Gabriela Melara – revistaeyn.com
Los últimos fenómenos naturales nos hacen saber la importancia de tomar acción y de hablar sobre el cambio climático educarnos y, sobre todo, exigir a los gobernantes que incorporen esta crisis en el centro de sus agendas, sentencia.
La velocidad con la que estos fenómenos naturales están ocurriendo es alarmante y todo es consecuencia de cambio climático. En décadas pasadas, los huracanes se formaban con suficiente tiempo para que las comunidades pudieran evacuar y adaptarse. Ahora, debido al aumento de las temperaturas de los océanos, huracanes como Ian (en Estados Unidos) han pasado de categoría 1 a 4 en menos de 24 horas, dejando a las personas sin oportunidad de resguardarse.
“El problema no radica en la existencia de fenómenos naturales; estos siempre han ocurrido. Lo preocupante es la rapidez y magnitud con la que suceden hoy, algo que podemos mitigar y controlar si actuamos a tiempo”, señala la experta.
LOS IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Los desastres naturales destruyen comunidades, generan miles de dólares en pérdidas económicas y también exacerban problemas sociales y humanitarios.
El cambio climático no es un tema aislado; afecta cada aspecto de nuestras vidas. Su impacto se extiende a la economía, la salud, la migración y más.
López Vogel expone más sobre el tema de la migración e indica que cada vez que hay uno de estos devastadores huracanes o que tenemos escasez de agua en Puerto Rico o en las Bahamas, la gente se viene a otros lugares buscando una mejoría. “Entonces, es conectar los puntos de que el cambio climático es como la cabeza de todos estos problemas, que, si mitigamos, adaptamos y arreglamos el problema mayor, pues todos los otros se van a cubrir”.
Desde Fundación VoLo, Thais y su esposo, que también es cofundador, David S. Vogel, tienen la firme convicción que, si arreglas algo en un lugar, hace efecto en otro. “Con acciones pequeñas, como cuando estamos en casa, lo hablamos, quitamos el tema tabú y explicamos a nuestros hijos si nos preguntan ‘¿Por qué llueve tanto?’ le dices por qué... pero lo hablas como un tema normal, eso luego tiene impacto en la comunidad y así hasta la política”, comenta en una conversación con Estrategia & Negocios.
ACCIONES EN CENTROAMERICA: FUTURO SOSTENIBLE
Aunque VoLo tiene su sede en Estados Unidos, tiene acciones que impactan en Centroamérica.
En Nicaragua, desarrollan Project Alianza, un proyecto que impacta en escuelas que están cerca de los cafetales, donde les explican a las personas cómo la agricultura tiene un impacto en el cambio climático.
“Ese proyecto lo tenemos desde hace 8 años y la fundación tiene 10, entonces eso es uno de mis bebés y los apoyamos muchísimo”.
En su web, afirma que “algunos expresan miedo y un fuerte deseo de saber qué está sucediendo y cómo protegerse a sí mismos y a sus familias”, desde su área de impacto.
Thais es fiel creyente que uno puede ayudar a alcanzar un futuro sostenible desde el área social y la atención sanitaria global.
En el caso expuesto, se trabaja para reducir la migración. A la fecha, más de 172.000 vidas fueron impactadas.
En asociación con las aldeas locales, Alianza capacita y despliega a mujeres locales como educadoras capacitadas y utiliza contenido digital de aprendizaje fuera de línea para mejorar el aprendizaje y prevenir la deserción escolar.
Asimismo, la asociación de la Fundación VoLo con Earth Charter International financia becas para educadores y jóvenes líderes en Costa Rica y Florida, apoyando su participación en el prestigioso programa de Certificado de Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) y la clase de Liderazgo, Sostenibilidad y Ética (LSE).
LA ESPERANZA EN LAS GENERACIONES JÓVENES FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
Durante décadas, el cambio climático fue un concepto ajeno, intangible para muchas generaciones. No se hablaba del tema, no se entendía. Sin embargo, “hoy es una realidad que no podemos ignorar, y son las nuevas generaciones quienes lideran la transformación hacia un futuro sostenible”.
Los jóvenes han demostrado ser innovadores, conscientes y profundamente conectados con el medio ambiente, según Thais. Ellos no solo entienden que somos uno con la naturaleza, sino que también ven en las soluciones ambientales una oportunidad de crecimiento económico y personal. En el pasado, la economía de los combustibles fósiles marcaba el rumbo. “Hoy, la energía solar, la eólica y las baterías son el futuro, no solo porque son más limpias, sino porque también son más rentables”, apunta.
Esta transición hacia economías verdes está creando empleos mejor remunerados, atractivos para los jóvenes que buscan carreras alineadas con sus valores. Es mucho más significativo trabajar en industrias limpias y sostenibles que en sectores que dañan el medio ambiente y la salud humana. “Los jóvenes lo saben y están actuando”.
En generaciones anteriores, como la mía, hablar del medio ambiente no era común. Era difícil comprender algo que no parecía tangible. Pero el cambio llegó, muchas veces, de la mano de nuestros propios hijos, quienes nos han enseñado la urgencia del problema. “Recuerdo cuando mi hija, a sus siete años, me hizo reflexionar mientras lloraba por los fuegos artificiales, preocupada por los osos polares. Fue ella quien me motivó a investigar, a cambiar bombillas y adoptar hábitos más sostenibles”, recordó, la también destacada entre los 100 latinos más influyentes en su compromiso con la acción climática.
Hoy, el cambio climático es imposible de ignorar. Las señales están en todas partes: inundaciones, incendios forestales, olas de calor extremo y fríos inusuales. Los medios, los gobiernos, los científicos y las empresas han hecho un esfuerzo conjunto para educar y generar conciencia. Y, aunque el camino no es fácil, la creciente preocupación global demuestra que estamos avanzando.
La esperanza recae en esta generación, que entiende que el futuro no solo está en sus manos, sino también en sus mentes creativas e innovadoras. Ellos lideran el cambio con acciones concretas y una visión clara: proteger el planeta para las próximas generaciones.
PEQUEÑAS ACCIONES PARA AYUDAR AL MEDIO AMBIENTE
El cambio climático puede parecer un problema gigantesco e inalcanzable, pero nuestras pequeñas acciones diarias tienen un impacto significativo. Estas son algunas maneras sencillas de contribuir, que nos compartió Thais, quien atribuye a sus seis hijos el mérito de haberla inspirado a la acción:
Las consecuencias de las compras
Cada vez que adquieras algo, reflexiona sobre su impacto. Por ejemplo, optar por menos ropa y de mejor calidad reduce los desechos textiles que generan gases de efecto invernadero.
Cambia los bombillos tradicionales por opciones eficientes
Los bombillos LED o de bajo consumo no solo ahorran energía, sino que también reducen las emisiones de carbono asociadas.
Adapta tu dieta diaria
Reducir el consumo de carne es una de las formas más efectivas de disminuir tu huella de carbono. Integra más alimentos vegetales en tus comidas.
Usa menos plástico
Opta por productos reutilizables, evita empaques innecesarios y recicla siempre que sea posible. Cada pequeño cambio cuenta para reducir la contaminación plástica.
Cambia a vehículos eléctricos, si es posible
Si tienes la oportunidad y los incentivos necesarios, considera un vehículo eléctrico. Esto no solo disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también ahorra dinero a largo plazo.
Cada acción cuenta. Lo que parece insignificante en la rutina diaria puede marcar la diferencia en el planeta. Actuar conscientemente es el primer paso hacia un futuro más sostenible.