Por E&N Brand Lab para Robertoni
A lo largo de siete décadas, Robertoni ha logrado afianzarse en una destacada posición en el ámbito empresarial salvadoreño al ser generadora de oportunidades de empleo y de desarrollo para el país.
La empresa inició su historia en 1953 por iniciativa de Alfonso Eduardo Cader, como un medio de subsistencia para su familia y se ha ido transformando en un grupo de empresas 100 % salvadoreñas, en las que se producen alimentos procesados y se transforman plásticos.
Actualmente, Eduardo Cader (hijo de Alfonso Cader) funge como Presidente de la Junta Directiva de la empresa y comparte el liderazgo de la compañía con su hijo, Marco Cader, quien se encarga de la gerencia de la misma.
Los esfuerzos en conjunto han llevado a Robertoni a posicionarse en la mente de los consumidores a través de sus productos, que son una referencia en la industria alimentaria salvadoreña, mientras que destaca que desde la década de 1980, un porcentaje significativo de la producción se exporta a Centroamérica y a varios estados en Estados Unidos.
VISIÓN Y LIDERAZGO
Para Eduardo Cader, estar al frente de un grupo de empresas como Robertoni representa grandes retos. “En estos momentos y en consonancia con lo que el país urge, el mayor reto es el crecimiento”, asegura.En este sentido, en 2025 la compañía ampliará su portafolio de productos para la mesa y la cocina, así como nuevas presentaciones en su línea de plásticos, particularmente los de categorías amigables con el medio ambiente.
“De esta forma conseguimos una buena imagen corporativa, fidelidad y lealtad de nuestros consumidores”, explica. La empresa está invirtiendo en ampliar sus instalaciones y equiparlas para el procesamiento de nuevas líneas, principalmente en el área alimenticia.
“También estamos incorporando temas de carácter medioambiental, pretendiendo sobrepasar las normas, para que nuestra planta sea un modelo en el ecosistema industrial”, dijo. De igual manera, Robertoni ha logrado la consolidación de sus operaciones en las plantas de producción y en la distribuidora, por contar con tecnología de punta y equipamiento de alta calidad, los cuales cumplen con las certificaciones necesarias para competir en los mercados internacionales.
La estrategia de negocio de la organización también incluye un compromiso social, en el que se prioriza a sus colaboradores, quienes gozan de un empleo decente y seguro, con prestaciones adicionales a las de ley.
A esto se le suma la constante capacitación que reciben a través de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) y FUNDEPLAST. “Esto equivale a una mejora en su tecnificación, desempeño e ingresos. Así se sienten valorados y con un sentido de propósito y ética laboral”, finaliza Cader.
DE CARA AL FUTURO
La sostenibilidad y la innovación son parte vital de la visión de Robertoni para el futuro. La empresa ya cuenta con un miembro de la tercera generación de la familia Cader en la dirección, la compañía tiene un enfoque moderno y digital, que ha impulsado la eficiencia y abre nuevas oportunidades de negocio.
Con esta sinergia entre generaciones, Robertoni fortalece su sostenibilidad y mantiene su compromiso con los valores y principios transmitidos por su fundador, Alfonso E. Cader.
