Por revistaeyn.com
La educación financiera para las mujeres es una necesidad urgente. Aunque hoy día las mujeres participan activamente en la economía, lideran empresas y sostienen un creciente número de hogares, la independencia financiera sigue siendo un desafío importante.
Según datos del Banco Central de Costa Rica (2024), solo en este país, tres de cada diez mujeres logran mantener un ahorro constante, lo que evidencia la vulnerabilidad económica a la que están expuestas.
Este reto está vinculado a su situación cotidiana: las mujeres suelen ser las principales encargadas de administrar el presupuesto familiar, pero a menudo anteponen las necesidades de su familia por encima de sus propias metas financieras.
“Las mujeres son administradoras naturales de los recursos del hogar, pero muchas veces priorizan las necesidades de su familia sobre sus propias metas”, apunta Rebeca Fernández, ejecutiva de Educación Financiera del conglomerado.
Todas estas prioridades, las llevan a ahorrar un promedio de un 9% menos que los hombres, según datos recientes. Por ello, entender y apoyar su educación financiera no es solo una cuestión individual, sino un asunto de justicia social y desarrollo para todos.
El impacto de que las mujeres ahorren va más allá de sus finanzas personales. En sus hogares, destinan hasta un 70% de los ingresos a educación, salud y bienestar, fortaleciendo así la movilidad social y la resiliencia económica de sus familias.
En el ámbito empresarial, las emprendedoras que ahorran generan empleo y dinamizan la economía local: seis de cada diez utilizan sus ahorros como capital inicial para sus negocios, creando en promedio 2,3 empleos adicionales.
Por ello, es vital fomentar en las mujeres la planificación de metas financieras claras, divididas en corto, mediano y largo plazo. Las herramientas digitales, como las que ofrece Grupo Mutual, facilitan la organización y promueven el hábito del ahorro de manera accesible y ágil, adaptándose a su ritmo profesional y familiar.