La última vez que Costa Rica recurrió a financiamiento del Banco Central fue hace 24 años en medio de una crisis provocada por la caída de uno de los bancos del sistema.
Era 1994 y ese año el Banco emitió Letras del Tesoro para aplacar el impacto del descalabro del Banco Anglo Costarricense. Antes de eso también se había utilizado durante la crisis económica de los años 80, aunque el marco legal era diferente.
Ahora vuelve a ser necesaria la emisión de US$870 millones como medida emergente para mantener la sanidad de las cuentas del Ejecutivo antes de fin de año y con la esperanza de que el país pueda articular una polémica reforma fiscal que aleje los problemas que provoca el cada vez mayor hueco fiscal.
El préstamo, mediante Letras del Tesoro, anunciado el martes por la noche permitirá al Gobierno de Carlos Alvarado atender los gastos de planilla y transferencias durante el próximo trimestre, mientras consigue otras fuentes de recursos, entre ellos la pretendida aprobación del plan fiscal que mantiene enfrentado al Ejecutivo y los sindicatos.
Economistas independientes estiman que la sorpresiva medida podría provocar un aumento de los precios o un alza en las tasas de interés, además de elevar el volumen de las alertas ante los mercados internacionales sobre la precariedad de las finanzas costarricenses, lo cual dificulta más la posibilidad de conseguir recursos para afrontar la crisis.
La semana pasada el banco inglés Barclays recomendó a los inversionistas mover sus posiciones de bonos de Costa Rica a los de El Salvador. En su análisis, el banco sugirió salirse de las posiciones de bonos de deuda externa tica con vencimiento en 2023 y 2025 y moverlos a títulos de deuda salvadoreña con vencimientos en 2025 y 2027. Vale la pena recordar que hace apenas unos meses el gobierno salvadoreño estuvo al borde del impago.
La emisión de Letras del Tesoro fue aprobada el lunes por el Banco Central y comunicado a la Asamblea Legislativa. Lo publicó la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, minutos antes de una cadena televisiva del presidente Carlos Alvarado, en la que reiteró la necesidad de aprobar el proyecto de reforma fiscal pronto. "Es indispensable aprobarlo en el mes de octubre", dijo el mandatario.
La Unión Costarricense de Cámaras Empresariales y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) se pronunció con cautela a la sorpresiva emisión de US$870 millones en Letras del Tesoro que hizo el Banco Central de Costa Rica el martes, una medida para dar un respiro a las finanzas públicas.
Gonzalo Delgado, presidente de la Unión, dijo que confían que el país cumpla con sus obligaciones.
"Tras el anuncio realizado ayer por las autoridades del Ministerio de Hacienda y el Banco Central, en la Unión de Cámaras confiamos que el país cumplirá con sus obligaciones, aún y cuando está aplicando una medida que no se utiliza desde hace más de 20 años", señaló.
Desde el sector productivo, existe cautela si el costo de obtener ese crédito motivará un aumento de la inflación y tasas de interés para todos, con el agravante de que los inversionistas puedan ver con recelo invertir en nuestro país.
"Confiamos en la seriedad de las autoridades frente al manejo de la política económica del Banco Central, para que los efectos de una emisión inorgánica como la actual, no genere impactos significativos en la economía', dijo Delgado.
La entidad, sin embargo, aún reciente la huelga del sector público y sostiene que la producción del país y la economía de las personas se están viendo afectadas de manera importante por los actos de una protesta que califican de ilegal, la cual es impulsada por los líderes sindicales.
'Exigimos que la huelga debe deponerse de inmediato, pues el retraso en las soluciones se debe en gran parte a las acciones irresponsables de los sindicatos", señaló el presidente de la UCCAEP.
Las Letras del Tesoro son un instrumento de deuda que consiste en bonos que son emitidos por Hacienda y comprados por el Banco Central. Es decir, será dicha entidad la que inyectará recursos temporalmente al Gobierno.
El uso de este instrumento está limitado a casos extraordinarios, porque las letras no pueden superar un veinteavo del Presupuesto Nacional y deben ser canceladas en el mismo período presupuestario en que fueron solicitadas.
Por su parte, el Consejo Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica se reunió hoy con el economista Rodrigo Cubero-Brealey, presidente del Banco Central para analizar el panorama económico y fiscal del país.
De acuerdo con un comunicado de la gremial, 'luego de escuchar las razones y argumentos del Presidente del Banco Central, la Cámara de Comercio considera que la decisión tomada por la señora ministra de Hacienda y su equipo, reconfirma la compleja situación fiscal por la que atraviesa el país. Si bien es cierto es una medida excepcional y transitoria, podría generar efectos como inflación e incremento en las tasas de interés'.
'Esta situación nos confirma que el tema fiscal es impostergable, por lo cual se deben tomar las acciones necesarias principalmente en temas de gasto público', sentencia la cámara que consideramos que el actual proyecto fiscal de fortalecimiento de las finanzas públicas es un primer paso que debe ser complementado con medidas reales y suficientes de gasto.
pues en este caso se cumple por lo menos la tasa básica pasiva, que oscila en 6% en el último año..