Por Business Insider
Los analistas de Goldman Sachs advierten de que en el peor de los casos, la crisis de la industria petrolera saudí podría durar hasta tres meses y los precios podrían subir a más de US$75 el barril.
El petróleo ha subido un 20% el lunes por la mañana, subiendo los precios hasta US$72 el barril, para luego frenar algo con la subida del 10,7% del crudo Brent a 66 dólares el barril a la 1 de la tarde en Londres. Durante el fin de semana, las principales instalaciones petroleras saudíes fueron golpeadas por huelgas, dañando instalaciones que producen cerca de la mitad del petróleo del Reino, o alrededor del 5% del suministro mundial.
Los operadores enviaban mensajes de texto desde los bancos y y las bolsas el lunes, especulando cuánto tiempo duraría la interrupción, y un corredor de bolsa en Londres dice que el consenso está entre cuatro y seis meses para que la producción total vuelva a estar en marcha.
Es 'una crisis histórica en la infraestructura petrolera crítica y estos eventos representan una fuerte escalada en las amenazas al suministro global con riesgos de nuevos ataques', asegura Damien Courvalin y su equipo en una nota.
Basando sus estimaciones en las sanciones iraníes de 2018 y en las pérdidas de producción de Libia en 2011, Goldman presentó cuatro escenarios que podrían darse en la crisis del petróleo.
- En el segundo escenario, una interrupción de dos a seis semanas, 'vería un aumento de la curva hacia adelante del Brent (2 meses vs. 3 años) de US$2 a US$9 el barril respectivamente'. El banco también dice que los precios subirían entre US$5 y US$14.
- En el tercer escenario, en el que habría más de seis semanas de interrupción, los precios del Brent se elevarían por encima de los US$75 el barril, y se implementarían reservas estratégicas de petróleo.
- En el peor de los casos, una interrupción de más de tres meses llevaría los precios por encima de los US$75 el barril, y 'desencadenaría respuestas tanto de la oferta como de la demanda'.
El banco dice que las instalaciones afectadas son 'críticas para la infraestructura petrolera de Arabia Saudí', y que 'la instalación de Abqaiq es la planta de procesamiento de petróleo más grande del mundo', con una capacidad de alrededor de 7 millones de barriles por día.
Las huelgas han provocado escalofríos en los mercados debido al papel fundamental que desempeña Arabia Saudí en los mercados petroleros.
Normalmente, Arabia Saudí proporcionaría petróleo de reserva para detener las subidas de precios, ya que es el país que más reservas tiene, pero parece que incluso esas reservas se han visto afectadas.
Los hechos representan 'una fuerte escalada en las amenazas al suministro mundial de petróleo', asegura Goldman, debido al hecho de que ahora muestra que hay claros riesgos de que se detenga la producción de petróleo árabe y que los problemas políticos podrían estallar debido a que Estados Unidos culpa a Irán por los ataques.
Los analistas de Goldman Sachs advierten de que en el peor de los casos, la crisis de la industria petrolera saudí podría durar hasta tres meses y los precios podrían subir a más de US$75 el barril.
El petróleo ha subido un 20% el lunes por la mañana, subiendo los precios hasta US$72 el barril, para luego frenar algo con la subida del 10,7% del crudo Brent a 66 dólares el barril a la 1 de la tarde en Londres. Durante el fin de semana, las principales instalaciones petroleras saudíes fueron golpeadas por huelgas, dañando instalaciones que producen cerca de la mitad del petróleo del Reino, o alrededor del 5% del suministro mundial.
Los operadores enviaban mensajes de texto desde los bancos y y las bolsas el lunes, especulando cuánto tiempo duraría la interrupción, y un corredor de bolsa en Londres dice que el consenso está entre cuatro y seis meses para que la producción total vuelva a estar en marcha.
Es 'una crisis histórica en la infraestructura petrolera crítica y estos eventos representan una fuerte escalada en las amenazas al suministro global con riesgos de nuevos ataques', asegura Damien Courvalin y su equipo en una nota.
Basando sus estimaciones en las sanciones iraníes de 2018 y en las pérdidas de producción de Libia en 2011, Goldman presentó cuatro escenarios que podrían darse en la crisis del petróleo.
Posibles escenarios
- 'Un apagón muy corto - una semana, por ejemplo - probablemente haría subir los precios a largo plazo para reflejar una prima de riesgo creciente', con un aumento de aproximadamente US$3 - US$5 por barril.- En el segundo escenario, una interrupción de dos a seis semanas, 'vería un aumento de la curva hacia adelante del Brent (2 meses vs. 3 años) de US$2 a US$9 el barril respectivamente'. El banco también dice que los precios subirían entre US$5 y US$14.
- En el tercer escenario, en el que habría más de seis semanas de interrupción, los precios del Brent se elevarían por encima de los US$75 el barril, y se implementarían reservas estratégicas de petróleo.
- En el peor de los casos, una interrupción de más de tres meses llevaría los precios por encima de los US$75 el barril, y 'desencadenaría respuestas tanto de la oferta como de la demanda'.
El banco dice que las instalaciones afectadas son 'críticas para la infraestructura petrolera de Arabia Saudí', y que 'la instalación de Abqaiq es la planta de procesamiento de petróleo más grande del mundo', con una capacidad de alrededor de 7 millones de barriles por día.
Las huelgas han provocado escalofríos en los mercados debido al papel fundamental que desempeña Arabia Saudí en los mercados petroleros.
Normalmente, Arabia Saudí proporcionaría petróleo de reserva para detener las subidas de precios, ya que es el país que más reservas tiene, pero parece que incluso esas reservas se han visto afectadas.
Los hechos representan 'una fuerte escalada en las amenazas al suministro mundial de petróleo', asegura Goldman, debido al hecho de que ahora muestra que hay claros riesgos de que se detenga la producción de petróleo árabe y que los problemas políticos podrían estallar debido a que Estados Unidos culpa a Irán por los ataques.