La experiencia Disney

La importancia de explotar la creatividad fue el tema central de la primera ponencia del día, impartida por Duncan Wardle, expresidente de innovación y creatividad de Walt Disney.

Después de tres décadas con Walt Disney, Wardle dejó su trabajo para crear una empresa propia y dedicarse de tiempo completo a la asesoría. Afirma que salir de su zona de confort lo hace sentir "emocionado y aterrado a la vez".

La creatividad, afirma Wardle, ha sido el elemento clave que le ha permitido a Walt Disney reinventarse y mantenerse vigente con el paso de los años. Wardle opina que todos los seres humanos son creativos y curiosos por naturaleza pero que la rigidez del sistema educativo nos coarta la imaginación.

Para Wardle, la imaginación y la capacidad de soñar es una cualidad única y exclusiva del ser humano que los robots, por muy sofisticados que lleguen a ser, jamás podrán emular.

A pesar de que un estudio de las universidades de Oxford y Yale, pronostica que para el 2053 los robots seran capaces de traducir idiomas competentemente, escribir ensayos y hacer cirugías, Wardle insiste que jamás podrán imaginar ni crear.

Robots que son casi humanos

Sophia la Robot, el humanoide creado por Hanson Robotics, dejó al público boquiabierto debido al realismo de su aspecto físico y su capacidad de interacción con el ser humano. El robot incluso puede dar pequeñas muestras de empatía y su creador, David Hanson, espera que en un futuro pueda llegar a desarrollar emociones complejas como el afecto o la antipatía.

"Las emociones de Sophia son muy rudimentarias y no experimenta emociones de la misma forma que nosotros. Actualmente, no existe ninguna máquina que sea capaz de expresar una empatía o compasión profunda, pero ese es el objetivo hacia el cual estamos trabajando", explicó Hanson. "Es como un bebé recién nacido que debe socializar con las personas y pasar por las diferentes etapas de desarrollo para adquirir una conciencia bien desarrollada y convertirse en un adulto responsable".

Hanson opina que la creación de robots que son casi humanos nos permite entender de mejor manera cómo funciona nuestra propia mente. "Estamos diseñando estructuras cognitivas inspiradas en la mente humana", afirma el creador de Sophia.

Lejos de temer que los robots lleguen a desplazar o suplantar al ser humano, Hanson cree que la mecanización y robotización de las industrias liberará a miles de personas cuyos empleos consisten en la repetición de tareas rutinarias, de manera que puedan alcanzar su potencial humano. "Lograr que la tecnología le llegue a la gente le permitiría desencadenar su gran potencial y le daría acceso a oportunidades de ser más productiva y feliz", afirma Hanson.

La creación de robots tan sofisticados plantea dilemas éticos y morales. ¿Qué sucedería, por ejemplo, si esta tecnología cayera en manos de un regimen dictatorial o de organizaciones criminales? Hanson admite que es una posibilidad y predice que "quien gane la carrera de la inteligencia artificial dominará el mundo".

Para evitar el mal uso de esta tecnología, afirma que es fundamental crear robots con la capacidad de discernir entre el bien y el mal. "Si logramos que las máquinas entiendan las consecuencias de sus acciones serían capaces de tomar la decisión correcta cuando deban enfrentar una situación que no estaba prevista en su entrenamiento o que sus diseñadores no habían previsto", opina Hanson.

El innovador recalca que el desarrollo tecnológico requiere "perspectivas frescas y creatividad" más que grandes presupuestos para la investigación, lo cual significa que los países en desarrollo también pueden participar en la carrera de la inteligencia artificial.

Hanson recalca que invertir en la inteligencia artificial y el software de análisis de datos no es un gasto frívolo ya que tienen un sinnúmero de aplicaciones prácticas que pueden ayudar a los países de Centroamérica a resolver los grandes desafíos que enfrenta, como la pobreza y la violencia.

"La inteligencia artificial y el análisis de datos pueden buscar patrones escondidos en los datos sociológicos o en las estadísticas de morbilidad para encontrar las causas estructurales, lo cual puede conducir a cambios muy positivos", explica Hanson.

El futuro de la web

El foro cerró con una conferencia impartida por el británico Tim Berners-Lee, inventor de la World Wide Web, la URL y el HTML. Nombrado como uno de los 100 individuos más influyentes del siglo XX por la revista Time, Berners-Lee concebió el internet como un instrumento para el progreso de la Humanidad y nunca buscó lucrar con su invención.

En más de una ocasión, Breners-Lee ha expresado su preocupación por el lado negativo y oscuro de la web: la distribución de pornografía infantil, los experimentos psicológicos que Facebook ha hecho con sus usuarios, el fake news y la polarización de los debates en Twitter, entre otros temas. No obstante, asegura que conocer de antemano que el Internet le abriría las puertas a esos fenómenos no lo hubiera frenado durante los años en que desarrolló la web.