Por Reuters/AP
El Papa Francisco realizó el anuncio en una reunión con los cardenales en la que dio su aprobación a varios argumentos para acelerar la vía a la santidad.
Romero fue asesinado a tiros el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba una misa en una capilla de un hospital en El Salvador. Solía denunciar con frecuencia la represión y la pobreza del país centroamericano durante sus homilías.
Su muerte fue uno de los hechos de violencia más impactantes de un prolongado conflicto entre una serie de gobiernos respaldados por Estados Unidos y rebeldes izquierdistas en el que perecieron miles de personas a manos de escuadrones de la muerte y militares de derecha.
Nadie fue juzgado jamás por esos asesinatos.
Francisco, el primer Papa latinoamericano en la historia, colocó a Romero en el camino a la santidad en 2015 cuando dijo que el arzobispo había sido asesinado 'por el odio a la fe' y decidió beatificarlo.
El pontífice determinó que Romero debería ser declarado santo después de que una comisión de teólogos y médicos del Vaticano le atribuyó un milagro.
La Iglesia sostiene que Dios realiza milagros pero que los santos que han recibido la gracia divina interceden en representación de los fieles que les rezan. Habitualmente, un milagro se aduce a la curación de una persona sin una explicación médica.
Francisco desbloqueó el estancado proceso para la canonización de Romero, que fue beatificado en 2015, al inicio de su pontificado.
El caso estuvo retenido durante años por el Vaticano debido principalmente a la oposición del clero conservador de Latinoamérica, que temía que la relación de Romero con la Teología de la Liberación diese alas a un movimiento que defiende que las enseñanzas de Jesús piden a sus seguidores que luchen por la justicia social y económica.
La duda sobre si Romero fue asesinado por una cuestión de odio religioso o por política demoró también el proceso. Según se argumentó, en el caso de haber fallecido por una cuestión política no podría ser declarado mártir de la fe.
Finalmente, el papa decretó en 2015 que Romero fue un mártir por odio religioso o 'in odium fidei'. El arzobispo salvadoreño fue beatificado en San Salvador el 24 de mayo de 2015 ante un cuarto de millón de compatriotas, y fue puesto como ejemplo de modelo para la paz y el perdón en toda la región.
Los detalles del milagro que allanaron el camino a la canonización de Romero no se han revelado, pero los rumores sobre el análisis de un posible milagro circulaban desde hace más de un año.
El Papa Francisco realizó el anuncio en una reunión con los cardenales en la que dio su aprobación a varios argumentos para acelerar la vía a la santidad.
Romero fue asesinado a tiros el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba una misa en una capilla de un hospital en El Salvador. Solía denunciar con frecuencia la represión y la pobreza del país centroamericano durante sus homilías.
Su muerte fue uno de los hechos de violencia más impactantes de un prolongado conflicto entre una serie de gobiernos respaldados por Estados Unidos y rebeldes izquierdistas en el que perecieron miles de personas a manos de escuadrones de la muerte y militares de derecha.
Nadie fue juzgado jamás por esos asesinatos.
Francisco, el primer Papa latinoamericano en la historia, colocó a Romero en el camino a la santidad en 2015 cuando dijo que el arzobispo había sido asesinado 'por el odio a la fe' y decidió beatificarlo.
El pontífice determinó que Romero debería ser declarado santo después de que una comisión de teólogos y médicos del Vaticano le atribuyó un milagro.
La Iglesia sostiene que Dios realiza milagros pero que los santos que han recibido la gracia divina interceden en representación de los fieles que les rezan. Habitualmente, un milagro se aduce a la curación de una persona sin una explicación médica.
Odio a la fe
Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un escuadrón de la muerte de derechas mientras oficiaba misa en la capilla de un hospital. La dictadura militar se había opuesto con contundencia a su labor pastoral contra la represión de los pobres a manos del ejército al principio de la guerra civil que sacudió el país entre 1980 y 1992.Francisco desbloqueó el estancado proceso para la canonización de Romero, que fue beatificado en 2015, al inicio de su pontificado.
El caso estuvo retenido durante años por el Vaticano debido principalmente a la oposición del clero conservador de Latinoamérica, que temía que la relación de Romero con la Teología de la Liberación diese alas a un movimiento que defiende que las enseñanzas de Jesús piden a sus seguidores que luchen por la justicia social y económica.
La duda sobre si Romero fue asesinado por una cuestión de odio religioso o por política demoró también el proceso. Según se argumentó, en el caso de haber fallecido por una cuestión política no podría ser declarado mártir de la fe.
Finalmente, el papa decretó en 2015 que Romero fue un mártir por odio religioso o 'in odium fidei'. El arzobispo salvadoreño fue beatificado en San Salvador el 24 de mayo de 2015 ante un cuarto de millón de compatriotas, y fue puesto como ejemplo de modelo para la paz y el perdón en toda la región.
Los detalles del milagro que allanaron el camino a la canonización de Romero no se han revelado, pero los rumores sobre el análisis de un posible milagro circulaban desde hace más de un año.