Por revistaeyn.com
Las compañías aceleran la incorporación de herramientas como ChatGPT, Gemini o Copilot en el día a día laboral, y lo hacen acompañadas de un notable aumento en la inversión para capacitar a su personal.
Según la 'Guía del Mercado Laboral 2025' de Hays, empresa especializada en selección y soluciones de recursos humanos, la adopción de IA generativa ha dado un salto en apenas un año, dejando atrás la etiqueta de recurso exclusivo para perfiles técnicos.
Hoy más de la mitad de los profesionales (52 %) declaran utilizar estas soluciones en sus tareas cotidianas —un avance significativo respecto al año anterior (34 %)— y una mayoría de empresas (51 %) impulsa activamente su uso dentro de procesos y flujos de trabajo. Esta tendencia no solo altera rutinas: redefine prioridades a la hora de reclutar y formar talento.
Los argumentos que citan las organizaciones para incorporar la IA son, en esencia, pragmáticos: mejora de la productividad, mayor capacidad para procesar y extraer valor de los datos, y un empuje a la generación de ideas.
Sin embargo, los encuestados matizan que la percepción sobre la calidad del trabajo no ha crecido en la misma medida, lo que apunta a debates pendientes sobre gobernanza, verificación y criterios de uso.
El informe también muestra cómo el mercado laboral ajusta sus filtros: las ofertas que piden experiencia con herramientas generativas se han multiplicado en los últimos dos años, reflejando una demanda transversal que ya no se circunscribe al área tecnológica. Sectores como marketing, educación y recursos humanos aparecen entre los más activos.
Frente a este escenario, las empresas han duplicado sus partidas destinadas a formación en IA con respecto a 2024, una señal clara de que la lucha no es por el acceso a la tecnología sino por el aprovechamiento inteligente de la misma: habilidades críticas, capacidad de interpretación y ética en la toma de decisiones emergen como requisitos tan valiosos como el dominio técnico.
El avance abre oportunidades —nuevos roles híbridos y perfiles especializados— pero también plantea dilemas sobre cómo equilibrar automatización y juicio humano.
Para que el impulso aporte valor sostenido, expertos y empresas coinciden en que la inversión en formación debe ir acompañada de estándares de uso, evaluación de resultados y políticas que protejan la calidad y transparencia del trabajo apoyado por IA.
Con información de Infobae