Por revistaeyn.com
Sea para la próxima Semana Santa o en cualquier momento del año, dese la oportunidad de descubrir destinos únicos.
"Escapar de los destinos tradicionales en Semana Santa no solo ofrece mayor tranquilidad, sino que permite descubrir la riqueza natural y cultural de Centroamérica desde una nueva perspectiva. Ya sea disfrutando de una playa remota, explorando selvas escondidas o sumergiéndote en la historia de pueblos auténticos, estas rutas alternativas garantizan una experiencia memorable", indica CATA, en una comunicación.
Si busca un escape diferente, aquí presentamos algunas joyas escondidas en Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá.
PLAYAS ESCONDIDAS, UN TESORO EN CENTROAMÉRICA
En la región, hay tres playas que sirven para desconectar y estar lejos del bullicio.
Glover’s Reef Atoll, en Belice, es un paraíso remoto donde el tiempo parece detenerse entre aguas cristalinas y una biodiversidad excepcional. Ideal para el snorkel y el kayak, este atolón ofrece una experiencia inigualable para los amantes del mar, con arrecifes, vida marina abundante y paisajes naturales que invitan a la exploración y la tranquilidad.

En el oriente de El Salvador, las playas como Las Flores, La Vaca y El Toro ofrecen una experiencia auténtica y fuera de lo común, donde la naturaleza sigue siendo la protagonista. Rodeadas de exuberante vegetación y acantilados volcánicos, estas costas casi vírgenes son el refugio perfecto para quienes buscan olas desafiantes, paisajes indómitos y una conexión pura con el entorno.

Little Corn Island, en Nicaragua, es un refugio caribeño donde la naturaleza y la tranquilidad se combinan a la perfección. Sin carreteras ni vehículos, esta isla invita a recorrer sus senderos rodeados de palmeras, relajarse en playas de arena blanca y explorar arrecifes llenos de vida marina a través del snorkel y el buceo.
PUEBLOS CON ENCANTO Y TRADICIONES
Portobelo, en la costa caribeña de Panamá, es un destino donde la historia y la naturaleza se entrelazan en un entorno lleno de encanto. Sus fortificaciones coloniales, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, narran historias de corsarios y comercio, mientras que sus exuberantes paisajes tropicales y su cultura afrocaribeña invitan a la exploración.
San Cristóbal, en el departamento de Lempira, Honduras, es un destino que combina historia, cultura y naturaleza en un entorno de montaña. Su encanto colonial se refleja en sus calles empedradas y su iglesia histórica, mientras que sus alrededores ofrecen paisajes impresionantes ideales para el ecoturismo y la aventura.

Chichicastenango, en Guatemala, es un pueblo lleno de encanto, conocido por su rica herencia cultural y su colorido mercado, uno de los más grandes y antiguos de Centroamérica. Durante la Semana Santa, el pueblo se transforma en un vibrante centro de tradiciones, donde se celebran procesiones solemnes y rituales religiosos que fusionan creencias mayas y católicas.
ECOTURISMO Y AVENTURA EN CENTROAMÉRICA
Semuc Champey, un destino de naturaleza con pozas de agua turquesa rodeadas de exuberante selva, una joya escondida para los exploradores en Guatemala.
El volcán Telica, en Nicaragua, es un destino imperdible para los amantes de la aventura y la naturaleza extrema. Con una imponente altura de 1,061 metros, este volcán activo ofrece una experiencia única al permitir a los visitantes acercarse a su cráter humeante y presenciar el resplandor de la lava en su interior. La caminata hasta la cima atraviesa paisajes volcánicos y vistas panorámicas impresionantes, culminando con un atardecer inolvidable que convierte a Telica en un escenario perfecto para la exploración sin límites.
Con ríos serpenteantes, densos bosques tropicales y una riqueza cultural única, La Mosquitia es un destino ideal para los exploradores que buscan aventura en una de las últimas selvas vírgenes de Centroamérica. un territorio vasto y remoto donde la naturaleza permanece prácticamente intacta. Hogar de la enigmática Ciudad Blanca, este paraíso natural resguarda una biodiversidad excepcional y alberga comunidades indígenas miskitas que han preservado sus tradiciones ancestrales.

La Ruta de Paz, en el oriente de El Salvador, es un recorrido histórico que atraviesa Perquín y otros pueblos clave en la memoria del país, ofreciendo un encuentro con su pasado y su cultura resiliente. En el camino, los viajeros pueden descubrir maravillas naturales como las cascadas Las Pilas, un refugio escondido entre montañas, perfecto para quienes buscan aventura y conexión con la naturaleza en un entorno de belleza inigualable.
La comunidad Kuna, en Panamá, es un pueblo indígena que ha conservado su identidad, tradiciones y forma de gobierno autónomo a lo largo de los siglos. En su territorio, el archipiélago de Guna Yala, los viajeros pueden sumergirse en su cultura ancestral, aprender sobre su cosmovisión y admirar las vibrantes molas, textiles hechos a mano que cuentan historias de su pueblo.