Por revistaeyn.com
'Desinfluencer' o 'Desinfluencia'... es un movimiento cultural que gana relevancia.
Así como en un momento todo era influencia, ahora gana terreno otro movimiento opuesto: la "desinfluencia", que promueve un consumo más consciente.
Además, critica la normalización de las compras frecuentes, impulsadas por influencers que exhiben sus adquisiciones en videos conocidos como hauls.
Dado que gran parte de Internet se nutre de personas que critican no es tan sorprendente que el deinfluencer se haya convertido en una tendencia fuerte y constante en las redes sociales: #deinfluencing tiene más de mil millones de visitas en más de 42.000 publicaciones en TikTok.
En lugar de seguir ciclos de compra acelerados, sugiere invertir en piezas atemporales y permitir que la ropa envejezca de manera natural, lo que otorga autenticidad al vestuario.
Según el reciente estudio de LatAm Intersect PR. “La tendencia de la ‘des-influencia comenzó en 2023 en TikTok, en Estados Unidos, como una reacción de los usuarios que consideraban las publicaciones de los influenciadores como excesivamente consumistas”, explica Livia Gammardella, directora de marketing y digital en Latam Intersect PR.
“Nuestro informe —basado en nuestra propia encuesta— encontró una tendencia relacionada entre los consumidores en línea de América Latina, cuya confianza en las publicaciones patrocinadas por influencers también ha disminuido”.
El informe encontró también que el aumento en el gasto en publicidad con influenciadores ha llevado a que estas figuras públicas de mayor renombre pierdan cuota de mercado frente a un número creciente de microinfluencers. Además, Instagram, la plataforma más grande para ellos, está perdiendo terreno frente a TikTok, el hogar de los microinfluencers (los influencers suelen tener al menos 100.000 seguidores, mientras que los microinfluencers pueden tener tan solo 10.000 seguidores).
Para la estilista Lucinda Graham, esta tendencia llevó a que muchas compras respondan a modas pasajeras en lugar de a una expresión auténtica.
“Si preparas algo rápido, está bueno, pero no puede competir con un plato que se cocinó con cuidado y esfuerzo. Lo mismo ocurre con la moda rápida en comparación con un vestuario que fue cuidadosamente elegido”, señaló la experta a la BBC.