Uno de cada tres infantes de 0 a 6 años habita en un hogar pobre
Por: Agencias
La población preescolar costarricense forma parte, en su mayoría, de hogares pobres y con un clima educativo bajo, según el último informe Estado de la Educación. Estas condiciones pueden incidir negativamente en el desarrollo de los niños y niñas, sin embargo, una forma de contrarrestarlas sería ampliar la cobertura del nivel preescolar, el cual constituye una oportunidad para nivelar el progreso de dicha población en edades tempranas.
Según el Censo de Población del 2011, la población de entre 0 y 6 años de edad sumaba 472.572 personas, el 11% de la población total. Para las próximas décadas, las proyecciones muestran un estancamiento en el tamaño de este grupo a partir de 2010, con una leve reducción hacia el final del período 2050-2060.
De acuerdo con los datos censales, uno de cada tres infantes de 0 a 6 años habita en un hogar pobre que en general corresponde con el primer quintil de la distribución del ingreso, e incluso uno de cada seis vive en condiciones de pobreza extrema o cercanas a ella. Asimismo, uno de cada cuatro pertenece a hogares del segundo quintil, es decir, que son vulnerables a caer en pobreza ante cambios en su situación económica (desempleo, menor ingreso, etc).
En síntesis, los datos evidencian que el 60,1% de los niños y niñas menores de 6 años forman parte de hogares pobres o vulnerables. Por tipo de hogar, el porcentaje que vive en pobreza es mayor en los monoparentales que en los biparentales (41,3% versus 30,9%).
Además de la pobreza, el clima educativo del hogar figura entre los factores que más pueden repercutir en el desarrollo de los niños.
Este indicador puede ser medido como el promedio de escolaridad de los padres: 'bajo' si es inferior a seis años, 'medio' si es de entre seis y menos de doce años y 'alto' para un número de años igual o superior a doce.
Un 41,2% de los niños y niñas de 0 a 6 años forma parte de hogares cuyos padres tienen una escolaridad inferior a seis años, un 42,3% pertenece a hogares con clima educativo medio y tan solo un 15,6% a hogares con clima educativo alto.
Una de las brechas que se observan en la enseñanza preescolar tiene que ver con este indicador. La asistencia de los niños que viven en hogares con clima educativo alto es mayor que la de aquellos que provienen de hogares con clima educativo medio o bajo.
Estos resultados muestran la importancia de potenciar y nivelar el desarrollo de los niños de 0 a 6 años, en especial los que provienen de hogares con menor clima educativo, mediante programas de atención y educación para la primera infancia.