Por EFE
El papa Francisco, hospitalizado en el hospital Gemelli, permanece en estado “crítico” tras sufrir este sábado una crisis respiratoria por lo que se le tuvo que suministrar oxígeno.
De acuerdo con el más reciente parte médico, el Pontífice presenta trombocitopenia debido a una anemia que requirió transfusiones de sangre.
“El estado del Santo Padre continúa siendo crítico, por lo que no está fuera de peligro. Esta mañana el papa Francisco presentó una crisis respiratoria asmática prolongada, que requirió también la aplicación de oxígeno de alto flujo”, se lee en el comunicado difundido por el Vaticano.
Añade también que “los análisis de sangre también revelaron trombocitopenia (plaquetas en sangre en cantidad inferior a lo normal), asociada a la anemia, que requirió la administración de transfusiones de sangre”. Francisco sigue “alerta” y “ha pasado el día sentado en el sillón, aunque con más molestias que ayer”, añadió la nota.
“Por el momento el pronóstico es reservado”, continuó el parte médico de este sábado, el más grave de los difundidos hasta ahora por el Vaticano.
Mientras, en el exterior del hospital se concentraron varias decenas de fieles, en la plaza de entrada del Gemelli, alrededor de la estatua de Juan Pablo II, donde se ha improvisado un altar con flores y velas, para rezar juntos el rosario “por la salud del Santo Padre Francisco” en italiano, inglés, español, francés y portugués.
Según la oficina de prensa del Vaticano, el papa seguirá en el hospital al menos toda la semana que viene o hasta que esté curado de su neumonía bilateral y pueda continuar el tratamiento en su residencia en Santa Marta.
El pontífice, de 88 años, fue ingresado el viernes de la pasada semana en el hospital Gemelli de Roma por sus problemas respiratorios, que resultaron deberse a una bronquitis por infección polimicrobiológica a la que se sumó una neumonía bilateral.
Mientras tanto, al igual que la semana pasada, este domingo solo se difundirá el texto del Ángelus para que el papa pueda descansar.