Por Leonel Ibarra - estrategiaynegocios.net
El Salvador se ha convertido en el primer país en Centroamérica en buscar la generación de hidrógeno verde mediante la realización de un programa de capacitación.
En este taller se capacitará a personal de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Rio Lempa (CEL), la empresa estatal de geotérmica LaGeo y de la Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas. Al culminar esta capacitación el personal conocerá conceptos básicos relacionados a esta fuente de energía.
El taller es impartido con apoyo de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) y servirá para conocer los elementos necesarios que tiene el país para formular una estrategia nacional de hidrógeno verde.
“Vamos a poder determinar los elementos necesarios que tenemos como país para estructurar una estrategia y explotar este tipo de recursos”, manifestó el presidente de la CEL, Daniel Alvarez.
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Además, durante las capacitaciones se conocerán las experiencias de otros países en materia de hidrógeno verde.
El hidrógeno verde es una fuente de energía renovable que se ha convertido en una solución global viable para descarbonizar diversos sectores como la industria, agricultura y uso doméstico.
Se consigue a través de la electrólisis del agua impulsada por enería renovable por una corriente eléctrica continua que descompone el líquido en oxígeno e hidrógeno. Actualmente tiene diversos usos, uno de ellos es ser combustible para aviones y barcos.
Entre sus ventajas están que el único residuo que genera es agua, utiliza recursos de la naturaleza que no se agotan, se puede comprimir y almacenar en tanques ad hoc durante mucho tiempo y el transportable gracias a que es un elemento muy ligero.
El hidrógeno verde es más caro de producir que el hidrógeno fósil. Sin embargo, la caída del precio de las energías renovables ha abierto una nueva ventana de oportunidad para que su coste sea cada vez más competitivo. Según un informe de IRENA, el coste de las instalaciones de hidrógeno puede decrecer desde un 40 % hasta un 80 % a largo plazo. Esto, unido al abaratamiento de las energías renovables, hace pronosticar que el hidrógeno verde podría ser rentable a partir de 2030.
