Por revistaeyn.com
La temporada de huracanes en el Atlántico inició el 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre. La Universidad Estatal de Colorado (CSU) prevé 17 tormentas con nombre, nueve huracanes y cuatro huracanes de gran intensidad, por encima de la media histórica (14 tormentas con nombre, siete huracanes y tres huracanes de gran intensidad).
Los países del Caribe, México y Centroamérica —especialmente los pequeños estados insulares en desarrollo— siguen siendo altamente vulnerables. ¿La razón? Asentamientos construidos en zonas de alto riesgo, viviendas precarias, economías informales, infraestructura débil y servicios básicos frágiles.
Todo esto, combinado con la desigualdad en el acceso a información y recursos, hace que muchas comunidades estén más expuestas que otras.
Cada año, los huracanes no solo dejan miles de millones de dólares en daños y pérdidas, sino también procesos de desarrollo interrumpidos. Solo en 2024, el Huracán Beryl afectó el 16 % del Producto Interno Bruto en Granada, y el 30 % en San Vicente y las Granadinas. Y en el caso de Dominica, el Huracán María (2017) afectó el 192 % de su PIB.
Con las previsiones apuntando a una temporada especialmente activa, el momento de actuar es ahora. Aquí van algunas recomendaciones clave del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para prepararse:
*Anticipación: Revisar las condiciones de su vivienda, su trabajo o su negocio, sus servicios básicos. Reforzar lo que haga falta.
*Organización: Dentro de su familia, asignen roles claros. ¿Quién se encarga de qué en caso de emergencia? Establezcan puntos de encuentro y contactos de confianza. Las comunicaciones pueden fallar, pero la organización salva vidas.
*Planificación: A nivel comunitario, institucional o empresarial, actualicen su plan de preparación y su plan de continuidad. Definan zonas seguras, rutas de evacuación y detecten quiénes necesitarán apoyo especial.
*Información y comunicación: El conocimiento es poder. Actualicen sus mapas de riesgo, sigan canales oficiales y asegúrense de que toda la comunidad esté bien informada antes, durante y después de cualquier tormenta.