POR EFE
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha establecido tres prioridades fundamentales para el futuro de la aviación: mejorar la seguridad, hacer los vuelos más asequibles y avanzar hacia una aviación más sostenible, según ha declarado su actual director general, Willie Walsh, durante la 81ª Asamblea General Anual celebrada este lunes en Nueva Delhi.
“Preguntamos a los viajeros qué esperan del futuro de la aviación. Sus respuestas fueron claras: que sea aún más segura, más asequible y más sostenible”, declaró Walsh en la reunión que recoge representantes de más de 300 aerolíneas.
Hacer que volar sea más seguro
En 2024 se produjeron siete accidentes mortales entre 40,6 millones de vuelos y 244 muertes entre 4.800 millones de pasajeros, según indicó Walsh.
El director recalcó la importancia de iniciativas como la Gestión Global de Datos de la Aviación (GADM, en inglés) de la IATA o 'Turbulence Aware', que en 2024 recopilaron información de más de 8 millones de vuelos, señalando que el manejo de datos junto a la inteligencia artificial son ya herramientas indispensables en la seguridad en el aire.
Además, exigió una mayor investigación de los accidentes por parte de los gobiernos y la protección de las aeronaves de civiles en zonas de conflicto, donde este año dos de ellas han sido derribadas, haciendo un llamamiento ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Hacer que el transporte aéreo sea más asequible
El costo real de volar en la actualidad es un 40% menor que hace una década, según indicó la IATA, asegurando que, a pesar del aumento de costos e impuestos, la competitividad del mercado continuará con esta tendencia.
Un paso fundamental para lograr una mayor accesibilidad recae en una mayor transparencia y eficacia en el mercado de componentes, al que el director de la IATA señala como culpable de una falta de abastecimiento, con una demanda en 2025 un 26% menor a lo prometido hace un año.
Otro elemento base es la colaboración entre gobiernos, aeropuertos y aerolíneas para comprender las necesidades reales de la industria, y en la que se han producido avances positivos en los últimos años, según Walsh.
Sin embargo, el director ha señalado las políticas europeas como la "excepción", como el caso de Países Bajos, a los que acusa de socavar la competitividad con "el pretexto de reducir el ruido", y añadió que ni siquiera se consideraron las medidas de las aerolíneas parta actuar en esta materia.
Hacer que volar sea sostenible
"Y con esto, centrémonos en el desafío fundamental de la sostenibilidad", agregó Walsh, al tiempo que indicó que durante 2021, los miembros de la IATA acordaron alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2050, un objetivo que considera imposible de lograr sin la colaboración activa de gobiernos, fabricantes, operadores y proveedores de combustible.
A pesar de los acuerdos y declaraciones de apoyo, la IATA denuncia que la falta de políticas efectivas y marcos regulatorios claros está frenando el avance necesario.
La producción de combustibles sostenibles para la aviación (SAF), clave para la descarbonización del sector, sigue siendo insuficiente y no cubre ni el 1 % de las necesidades actuales, mientras que los incentivos gubernamentales y las inversiones de las grandes empresas están ralentizándose, denuncia la asociación.
Además, el aumento de impuestos a la aviación en varios países y la falta de compromiso real con sistemas como CORSIA, que incentivan la reducción de emisiones, ponen en riesgo los objetivos climáticos acordados.
“No hay tiempo para demoras ni para la imagen verde”, subraya, y advierte que solo con acciones concretas y un compromiso real se podrá alcanzar la descarbonización en el sector aéreo antes de mitad de siglo.