Por revistaeyn.com
En un mundo profesional donde muchos trabajadores son vistos como simples números y su desempeño se basa únicamente en métricas frías, la motivación en el trabajo se vuelve un factor escaso pero relevante para quienes lo saben aprovechar.
Según datos de The Conference Board: Total Economy Database, del 2000 al 2019, Guatemala reportó un crecimiento de 0.5 % en su productividad laboral, siendo este uno de los más bajos en la región.
Dicha cifra puede generar varias interrogantes, una de ellas es el valor de sentirse motivado en el trabajo para ser más productivo y, a la vez, fomentar el bienestar y desarrollo del talento humano.
Imagine que su despertador de todos los días sea una idea nueva y las ganas de compartir esa idea con su equipo de trabajo. El trabajo no debe ser solo un medio para pagar las cuentas, sino un lugar que conecta con tu plan de vida. Aunque el cumplimiento de los objetivos es crucial para el crecimiento individual y colectivo, sentirse genuinamente apreciado y motivado lo potencia.
La motivación no se impone, se construye desde la confianza, el reconocimiento y fomentando la identidad institucional alineada con la personal.
"Cuando un colaborador se siente parte importante de algo grande, el trabajo deja de ser una carga y se vuelve una fuente de energía. Esto es importante tanto para los de reciente ingreso como para los más antiguos; el sentirse conectados y parte de un equipo convierte una oficina en un lugar donde genuinamente quieres estar”, afirma Zulma Díaz, Gerente de Talento Humano de MultiMoney Guatemala.
Contar con talento que trabaja por convicción es un activo importante para todas las instituciones, las empresas deben contar con personal altamente comprometido mediante el fomento de la generación de ideas y estar abiertos a la transformación que no solo garantice el cumplimiento de las funciones, sino también el bienestar y la motivación de los colaboradores.