Por EFE
La élite de multimillonarios de Estados Unidos, encabezada por los líderes de Silicon Valley, ha recibido con los brazos abiertos el segundo mandato de Donald Trump.
Al acto de investidura llegaron los ejecutivos de Tesla (Elon Musk), Amazon (Jeff Bezos) y Meta (Mark Zuckerberg). Estos son los hombres más ricos del mundo y patrocinadores del evento, que se sentaron cerca de Trump, sus miembros de Gobierno, legisladores y expresidentes.
También estuvieron en este 'front row' el director ejecutivo de TikTok, Shou Chew, y el director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, además de Tim Cook, CEO de Apple.
Los pesos pesados de Silicon Valley buscan estrechar vínculos con Trump, quien en su primer mandato en la Casa Blanca (2017-2021) fue muy crítico con este sector.
Desde que el magnate republicano ganó las elecciones en noviembre, han pasado por su residencia en Mar-a-Lago, en Florida, todos los directores ejecutivos de las principales compañías tecnológicas de Estados Unidos.
Musk, la persona más rica del mundo y encargado de Tesla, ha ido un paso más allá e incluso ha participado en reuniones políticas con el presidente electo en su residencia.
SU APOYO HACIA TRUMP
No es inusual que grandes empresas y magnates contribuyan a un acto de investidura, pero el récord de US$170 millones recaudados hasta ahora para la toma de posesión de Trump contrasta con los US$62 millones de Biden hace cuatro años, según datos de la Comisión Federal Electoral.
La lluvia de millones de la jornada trasciende a las llamadas 'Big Tech', y una vez empiece el curso político, numerosos aliados ultrarricos de Trump participarán en su Administración al frente de agencias o como asesores, una situación sobre la que alertó el presidente saliente, Joe Biden, en su último discurso.
"En estos momentos, se está gestando una oligarquía en Estados Unidos construida sobre una concentración extrema de riqueza, poder e influencia", afirmó el demócrata, preocupado por el futuro de "la democracia, los derechos y libertades fundamentales, y la igualdad de oportunidades".
ELON MUSK: MANO DERECHA DE TRUMP
La primera prueba de que el acercamiento a Trump está dando frutos la representa Elon Musk, que gastó unos 270 millones en propulsar la candidatura del republicano y ahora se ha convertido en su mano derecha.
Entre los réditos de esta alianza está su designación como codirector de la nueva agencia de eficiencia gubernamental (DOGE), con la que supuestamente pretende 'adelgazar' la administración.
Desde su posición, Musk, propietario de X, ha usado su influencia para alimentar la llamada 'guerra cultural' de los conservadores de EE.UU. contra las ideas 'woke' de diversidad, igualdad e inclusión (DEI, por su sigla en inglés), y contra una corrección política que tilda de censura.
Esa cruzada de Musk, que comparte con Trump, se está reflejando en un viraje a la derecha entre las grandes tecnológicas, cuyos jefes han pasado de ser enemigos del político a allanarle el terreno reuniéndose con él, ofreciéndole la mano y aplicando cambios en sus políticas corporativas para dar cabida a opiniones hasta ahora consideradas inadmisibles en nombre de la libertad.
Por ejemplo, Meta ha desmantelado sus políticas DEI y eliminado la verificación independiente de contenidos para aplicar un sistema de notas comunitarias similar al de X; su jefe, Mark Zuckerberg, en un vídeo, consideró las elecciones en EE.UU. "un punto de inflexión cultural hacia la priorización de la libertad de expresión".
Amazon también adoptó la línea ideológica de Trump, eliminando medidas inclusivas para empleados LGTBQI y de minorías raciales, y sumándose a otras que han hecho lo propio fuera de este sector, como Walmart, McDonald's, Boeing o Ford.
El fundador de Amazon, Jeff Bezos, enterró el hacha de guerra con Trump y declaró "optimismo" por su afán desregulador; su diario, The Washington Post, dejó de apoyar candidaturas políticas y hace poco censuró una viñeta que satirizaba la devoción de los magnates tecnológicos hacia el presidente electo.
El líder de la financiera Goldman Sachs, David Solomon, constató el pasado miércoles en una conferencia ese "giro importante en la confianza de los CEO, particularmente tras los resultados electorales en EE.UU.", y aludió a un "contexto regulatorio en mejora" en el que otros también tienen altas expectativas.
Meta y Alphabet, entre otras, han sido perseguidas por parte de las autoridades antimonopolio durante la Administración de Biden, una etapa no muy fructífera para las operaciones de fusión y compra -que suelen ser muy lucrativas para el sector financiero- debido a las cortapisas demócratas a la concentración empresarial.
Otros donantes tecnológicos de la investidura, Microsoft y OpenAI, han expresado interés en acuerdos para el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), justo cuando empieza a aumentar la demanda de energía para sostener los centros de datos que alimentan esa tecnología, en la que EEUU busca ser líder.
'Crypto Ball'
El mundo de las criptomonedas también desplegará la alfombra roja para Trump con un 'Crypto Ball', evento que ya vendió todas sus entradas, que se celebrará el viernes por la noche y contará con la actuación del rapero Snoop Dogg.
El evento ha sido organizado por la industria de las criptomonedas para celebrar lo que la invitación llama "el primer presidente 'cripto", de acuerdo con The New York Times.
El rotativo también destaca que MAGA Inc., un súper PAC pro-Trump, está organizando una "recepción VIP" en el Crypto Ball, con una entrada de 100.000 dólares por persona