Por revistaeyn.com
El precio de bitcoin cayó con fuerza por debajo de la barrera simbólica de los US$100.000, marcando su nivel más bajo desde mayo y reflejando la creciente aversión al riesgo de los inversores ante la escalada del conflicto en Oriente Medio y las amenazas de bloqueo del Estrecho de Ormuz tras los recientes ataques a instalaciones nucleares iraníes.
Desde primera hora de la sesión asiática, los datos de CoinMarketCap situaron a bitcoin en torno a los US$99.600, perdiendo más del 2 % en cuestión de horas; en Wall Street, el índice de volatilidad de las principales criptomonedas (incluyendo XRP, ETH y SOL) también registró caídas de doble dígito, con ether retrocediendo a niveles de principios de mayo y XRP tocando mínimos desde abril.
El detonante de esta oleada vendedora fue el bombardeo de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares en territorio iraní —Fordow, Natanz e Isfahán— ejecutado la noche del 21 de junio, según confirmó la Casa Blanca en un comunicado oficial.
En respuesta, diputados iraníes pusieron sobre la mesa la aprobación del cierre del estratégico Estrecho de Ormuz, por donde circula cerca del 20 % del suministro petrolero mundial, lo que alimentó los temores de un desequilibrio inminente en el mercado energético global.

La mera posibilidad de un corte en el paso marítimo ha provocado que más de 50 grandes petroleros abandonaran apresuradamente la zona, anticipando una incursión de escasez que podría catapultar los precios del crudo por encima de los US$120–US$130 por barril, escenario que JP Morgan calificó como su “peor caso” dentro de la guerra entre Israel e Irán.
Este alza proyectada en la cotización del petróleo podría arrastrar la tasa de inflación de Estados Unidos hasta el 5 %, niveles no vistos desde marzo de 2023, y avivar nuevos ajustes en la política monetaria de la Reserva Federal.
Por ahora, los analistas recomiendan cautela y destacan que, mientras no se aclare el futuro de las rutas energéticas en el Golfo Pérsico, las criptomonedas —especialmente aquellas con alta sensibilidad al apetito de riesgo— seguirán mostrando alta volatilidad.
De cara al corto plazo, la clave estará en la evolución de las negociaciones diplomáticas y en los próximos movimientos de la Reserva Federal, que podrían suavizar o agravar esta fase de aversión al riesgo en los mercados globales.
Con información de Criptonoticias y Coindesk