Por revistaeyn.com
La propuesta de Presupuesto de El Salvador para 2025 muestra un compromiso con la consolidación fiscal y la reducción de riesgos para la sostenibilidad de la deuda pública, dice Fitch Ratings, pero queda por ver si ayudará a asegurar fondos externos adicionales del sector privado o del sector oficial.
La propuesta de Presupuesto 2025 apunta a un déficit del gobierno central de 0.8 % del Producto Interno Bruto (PIB), 1 punto porcentual menos que el pronóstico de 1.8 % de Fitch para 2024. Está diseñado para financiar todos los gastos corrientes con ingresos gubernamentales y restringir el uso de préstamos a los gastos de capital, a través de préstamos de organizaciones multilaterales.
“Prevemos una caída del déficit fiscal de las administraciones públicas hasta el 3,1 % del PIB en 2025, frente al 3,9 % en 2024. Esto incluye nuestra estimación del déficit de pensiones que ya no se incluye en los datos oficiales, y que ya da cuenta de la reducción del gasto debido a la liquidación de los pagos relacionados con las pensiones”, señala la agencia.
La consolidación prevista se basa en reducciones materiales del gasto, incluida la congelación general de los salarios del sector público y la eliminación de puestos vacantes, así como en la reducción del gasto relacionado con bienes y servicios.
Estos ahorros compensarían con creces el aumento previsto del gasto en intereses debido a las limitaciones de financiación y a los elevados costos de endeudamiento, además de un gasto de capital ligeramente superior.
Mientras tanto, el gobierno anticipa aumentos significativos de los ingresos a través de la mejora de la administración tributaria, la lucha contra la evasión y la expansión de la base impositiva.
“Creemos que estas ambiciosas medidas enfrentan riesgos de ejecución. La aplastante reelección del presidente Nayib Bukele en febrero significa que es probable que las medidas de gasto se implementen en su totalidad sin una oposición significativa del Congreso u otras instituciones públicas. Pero si bien ha enfatizado la necesidad de difíciles ajustes económicos en su segundo mandato, creemos que el Presidente permanecerá alerta a las señales de descontento popular”, agrega el reporte.
ENDEUDAMIENTO ESTABLE
No obstante, la propuesta reduce los riesgos para la previsión de referencia de que la deuda de las administraciones públicas/PIB se estabilice en torno al 85 % del PIB en los próximos años, aunque las débiles perspectivas de crecimiento (a pesar de la reciente mejora de la seguridad) y los elevados costes de endeudamiento siguen lastrando la trayectoria de la deuda.
El proyecto de presupuesto no contempla nuevas emisiones en el mercado exterior. El flujo de noticias favorables de los últimos tres meses, por ejemplo, el aparente progreso hacia un programa del FMI, ha dado lugar a que los rendimientos de la deuda soberana a 10 años disminuyan alrededor de 300 puntos básicos y caigan por debajo del 10%.
El éxito de la consolidación fiscal puede seguir reforzando la confianza de los inversores en la sostenibilidad de la deuda de El Salvador, lo que haría posible un mayor endeudamiento en el mercado.
Un programa del FMI impulsaría la liquidez externa y reduciría los costos de endeudamiento. El presupuesto de 2025 indica el apetito del gobierno por un ajuste fiscal consistente con el requisito de sostenibilidad de la deuda pública del FMI. Si bien el Fondo considera la propuesta presupuestaria como “un paso para fortalecer las finanzas públicas”, también ha dicho que sus preocupaciones en torno a los riesgos relacionados con Bitcoin no se han abordado por completo.
Este mes, el gobierno también anunció otro programa voluntario de recompra de deuda tras la caída de los rendimientos, que implica una oferta pública de adquisición de todos los bonos soberanos externos en circulación, excepto dos. Posteriormente, acordó recomprar US$940 millones en bonoss con vencimiento entre 2027 y 2052. La oferta pública no detalló el financiamiento de la operación, pero informes de prensa sugieren que se está considerando un posible canje de deuda por naturaleza.
Al igual que con programas similares ejecutados en 2022 y 2023, este programa de recompra voluntaria de deuda no implica un canje de deuda en dificultades (DDE) bajo nuestro criterio. Fitch cree que la recompra no tiene como objetivo evitar un incumplimiento de pago tradicional. También esperamos que los no participantes en el intercambio continúen recibiendo el servicio de acuerdo con los términos originales.
La calificación ‘CCC+’ de El Salvador está limitada por la alta deuda pública, un historial reciente de incumplimiento tras un intercambio de deuda interna relacionada con las pensiones en 2023, que Fitch consideró un DDE, déficits fiscales persistentes y una capacidad de financiamiento limitada. Un desarrollo humano superior al de sus pares, y un historial de relativa estabilidad macroeconómica y financiera anclada en la dolarización oficial, respaldan la calificación.