La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) propuso como una medida para reducir la desigualdad, que los países realicen alzas graduales en el salario mínimo, lo cual no tiene efectos significativos en el empleo agregado.
Dicha propuesta fue emitida en el marco de un foro sobre salarios mínimos, empleo, desigualdad y crecimiento económico, realizado en México y que fue convocado de manera conjunta entre la CEPAL, el Consejo Económico y Social del Distrito Federal, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Fundación Friedrich Ebert.
Sobre este particular, la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena resaltó el enorme potencial que la política de salarios mínimos tiene para mejorar el ingreso de los menos favorecidos, así como promover la igualdad y fortalecer la demanda interna.
Por su parte, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel ángel Mancera, señaló que su país está sufriendo una nueva oleada de precarización del empleo y por eso es necesario debatir acerca del fortalecimiento del salario mínimo.
"Las políticas de salario mínimo en la región deberían basarse en un incremento progresivo, coherente con las políticas macroeconómicas, productivas y de crédito", intervino el secretario ejecutivo adjunto de la CEPAL, Antonio Prado.
Por ejemplo, estudios de la CEPAL sobre Argentina, Brasil, Chile y Uruguay indican que la mejora del salario mínimo se ha traducido en una caída de la desigualdad, sin afectar negativamente el empleo. Esto ha tenido lugar en un contexto de crecimiento del empleo y de fuerte formalización laboral.
México, por su parte, es el único país de la región en el que el salario mínimo es inferior (0,66 veces) al umbral de la pobreza, lo que contrasta por ejemplo con el caso de Costa Rica, donde ese monto triplica (3,18 veces) el ingreso equivalente a la línea de la pobreza.
