Claves del día

¿Cómo trabajar para un mal jefe? (6 tipos y 6 soluciones)

Uno de los problemas de muchos trabajadores es la frustración que tienen por trabajar para un líder ineficiente ¿Qué hacemos cuando estamos forzados a trabajar para un “jefe” que es un mal líder?

2016-08-24

Por: liderazgohoy.com

John Maxwell define seis tipos de "Malos Jefes" en su libro "Líder de 360 grados" para tratar de definir el problema que tenemos con nuestro líder o jefe.

He aquí una lista de los "líderes" que nadie quiere seguir.

El Jefe Inseguro

El Jefe inseguro piensa que toda decisión necesita pasar por ellos y por su filtro egocéntrico. Una característica común de este tipo de líder es que cuando una persona de su equipo se desempeña excepcionalmente ellos tratan de frenarlo por temor a ser opacados.

El jefe sin Visión

Los Jefes sin visión causan dos problemas profundos en su organización: no dan dirección y en consecuencia, no desarrollan pasión en su equipo. La pasión nace de la visión.

El jefe incompetente

Debido a que el nivel del liderazgo determina el nivel de eficacia de una organización, los líderes incompetentes se convierten en el "tope" de la organización. Si el líder es incompetente, es sólo cuestión de tiempo que la organización completa se vuelva mediocre e ineficiente.

El jefe egoísta

Tom Peter es su libro "El círculo de la innovación" lo explica perfectamente: "El líder egoísta intentará dirigir a los demás por intereses propios y en detrimento de los demás. Estas personas creen que la vida es un juego que tiene ganadores y perdedores, y animan a los demás a ser perdedores para que ellos puedan recolectar el botín". Estas personas no creen en el liderazgo como herramienta para ayudar a otros sino para utilizar a otros en beneficio de ellos mismos.

El jefe camaleón o político

El jefe camaleón no tiene un modelo de principios y valores predecible. Cambia de acuerdo a la situación que más le beneficia. En consecuencia, sus seguidores nunca desarrollan confianza porque saben que el apoyo del líder sólo estará presente en los tiempos buenos.

El jefe controlador

Las personas que administran minuciosamente a otros con frecuencia están motivados por una o dos cosas: el deseo de perfección, lo cual no se puede lograr, o la creencia de que nadie puede hacer un trabajo tan bueno como lo hacen ellos.

¿Qué hacemos si estamos trabajando para estos "jefes"?

Si tuviéramos control total de la situación podríamos cambiar al líder, pero usualmente no está dentro de nuestro círculo de influencia. Por ello, nos queda una sola estrategia para tratar con ellos: añadir valor…

Tal como dice John Maxwell: "Sin importar cuáles sean nuestras circunstancias, nuestra mayor limitación no es el líder encima de nosotros, sino el espíritu dentro de nosotros"

No va a ser fácil, pero es posible… No sólo posible, sino que la situación puede transformarse en un gran éxito. He aquí unas recomendaciones:

Desarrolla una relación firme con tu jefe

La reacción natural al tener un mal líder es alejarse y construir barreras. Haz lo contrario. Construye puentes relacionales. Trata de conocerlo y busca áreas en común para desarrollar una relación profesional sólida.

Identifica y aprecia las fortalezas de tu jefe

Toda persona tiene puntos fuertes y débiles. La tendencia natural cuando tenemos problemas con nuestro líder es enfocarnos en las debilidades. Haz lo contrario. Enfócate en las fortalezas (aunque sean pocas) y aprécialas sinceramente.

Comprométete a añadir valor a tu jefe

La clave para el éxito de una carrera está en enfocarse en maximizar las fortalezas. Debido a que detectaste las fortalezas de tu líder, comprométete en ayudarlo a potenciar esas fortalezas aún más.

Complementa las debilidades de tu jefe

Una de las razones por las cuales tienes dificultades con tu líder es que aspectos importantes del liderazgo que son fortalezas para ti no están en él. Es por ello que nace la frustración. Lo bueno es que tú si tienes esas características como fortalezas. Utilízalas al máximo para complementar el equipo entre tu líder y tú. Verás cómo creas un equipo ganador.

Muéstrale "sabiamente" buenos recursos de liderazgo

Sólo ten cuidado como lo comunicas. No le digas: "Necesitas leer este libro o ir a este blog!" sino más bien busca una conexión, como por ejemplo: "Leí un artículo que me motivó a que podemos apuntar bien alto este nuevo año, te voy a enviar el link para que lo leas"…

Afirma públicamente a tu jefe

No hay nada de malo (y mucho de bueno) si afirmas las fortalezas de tu líder públicamente. Este tipo de actos profundizarán la relación con tu líder, lo ayudarán a crecer y lo motivarán a llevar sus fortalezas al siguiente nivel.

Trabajar para un mal líder no es tarea fácil, pero si nos enfocamos en el área de influencia que tenemos, podemos transformar la experiencia en algo positivo. A veces la vida nos manda este tipo de retos para ayudarnos a crecer como seres humanos y como líderes. Así que aprovecha la experiencia dentro de lo que puedas.

Lea aquí la nota original.

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