En los próximos días, se espera que las empresas estadounidenses soliciten muchas más visas de las que hay disponibles para trabajadores extranjeros en campos como ciencias, ingeniería y programación de sistemas, lo que probablemente llevará a que se realice una lotería para adjudicar los codiciados documentos.
Cada año, desde el 1 de abril, las compañías estadounidenses pueden patrocinar a 85.000 extranjeros para las llamadas visas H-1B. La gran mayoría, 65.000, son para personas con al menos un título universitario, que no tiene que haber sido obtenido en Estados Unidos. Las 20.000 restantes son reservadas para extranjeros con títulos avanzados de universidades estadounidenses.
Se prevé que las empresas agoten la cuota de visas de este año en cuestión de días, dicen funcionarios del gobierno y directivos de las empresas. Si eso ocurre, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU., la agencia federal que administra el programa, usará una computadora para seleccionar aleatoriamente las solicitudes. Los escogidos podrán empezar a trabajar desde octubre.
Durante la recesión, miles de visas H-1B quedaron sin usarse hasta más tarde en la temporada. En los últimos años, la demanda del programa ha subido a medida que las compañías aceleran la contratación de personal en medio de una recuperación económica.
El año pasado, el gobierno dijo que había superado el tope casi una semana después de haber abierto el proceso de solicitudes. El gobierno luego seleccionó al azar entre 172.500 peticiones. Es probable que al menos un tercio de los que no fueron seleccionados vuelvan a solicitar una visa este año, predicen expertos.
"Para las H-1B de este año, será más de lo mismo o peor", dice Angelo Paparelli, abogado de inmigración que representa a grandes empresas que usan el programa. "Las probabilidades de ser seleccionado se han reducido debido a que la demanda ha aumentado".
Las empresas solicitan una visa H-1B con un candidato específico en mente, un proceso que usualmente requiere la ayuda de abogados de inmigración y varios miles de dólares por petición. Inicialmente, las visas son aprobadas por tres años y pueden ser extendidas por otros tres. Esas ampliaciones no se descuentan del tope anual.
Extensiones adicionales son posibles si, por ejemplo, ha transcurrido un año desde que una empresa realizó una solicitud para patrocinar la residencia permanente de un empleado, conocida como green card. Las visas también son solicitadas para otros campos especializados, como arquitectura. Los empleados extranjeros contratados por universidades y organizaciones sin ánimo de lucro están exentos del tope.
Los detractores dicen que el programa desplaza a trabajadores estadounidenses al permitir que las empresas contraten a extranjeros a quienes les pagan salarios más bajos. También argumentan que las visas H-1B son emitidas a compañías, particularmente de India, que envían a trabajadores a EE.UU. a adquirir destrezas y luego los trasladan al extranjero, una práctica que en esencia promueve la tercerización de empleos estadounidenses.
Quienes respaldan el programa, principalmente startups de tecnología de Silicon Valley, han hecho lobby para expandir el número de visas, lo cual dicen es vital para llenar las vacantes laborales.
Una propuesta de 2013 para elevar el tope de visas H-1B de 65.000 a 110.000 no se materializó, ya que el Congreso estadounidense no logró ponerse de acuerdo sobre una reestructuración del sistema de inmigración.
"El sector tecnológico está nuevamente pidiendo al Congreso que eleve este tope arbitrario y anticuado sobre individuos altamente calificados de modo que podamos aprovechar el talento que necesitamos para continuar la innovación y el progreso de nuestro país", asevera Dean Garfield, presidente del Consejo de la Industria de Tecnología de la Información, un gremio que representa a empresas como Apple, Google y Facebook, entre otras.
Ante la expectativa de que el crecimiento del Producto Interno Bruto en EE.UU. de este año supere el 2,5% registrado en 2014, es probable que las empresas estadounidenses sigan impulsando las inversiones y, por tanto, buscando trabajadores calificados.
Los estudiantes internacionales en EE.UU. -actualmente hay un récord de 1,1 millones- que se gradúen este año, o cuyas visas de prácticas tras su graduación están a punto de vencerse, también aumentan el número de solicitudes de visas H-1B.
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Esta decisión se adoptó por la gran demanda de las empresas. Cada año, desde el 1 de abril, las compañías estadounidenses pueden patrocinar a 85.000 extranjeros. El anticipo de WSJ.
Esta decisión se adoptó por la gran demanda de las empresas. Cada año, desde el 1 de abril, las compañías estadounidenses pueden patrocinar a 85.000 extranjeros. El anticipo de WSJ.
2015-04-03
Por: The Wall Street Journal