La iniciativa, avalada por 90 de los 91 diputados, es una demanda antigua de adultos mayores que se han tomado las calles para exigir el derecho a una pensión. Una protesta del movimiento en 2013 fue reprimida violentamente por la policía.
La medida otorgará una jubilación reducida a personas que hayan cumplido 60 años de edad y hayan cotizado al menos 250 semanas al Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS), de las 750 exigidas para la pensión completa.
El monto de la pensión 'será determinado proporcionalmente, de acuerdo a las semanas cotizadas', precisa la Ley de Pensión Reducida por Vejez, que fue promovida por los diputados del gobernante Frente Sandinista (FSLN, izquierda).
El presidente de la Unión Nacional del Adulto Mayor (UAM) Porfirio García dijo a la prensa que la ley beneficiará a 31.250 ancianos, en su mayoría pobres.
El gobierno nicaragüense calcula que la ley requerirá una inversión de US$35 millones al año que saldrían de las arcas del seguro social, que actualmente cuenta con 710.000 afiliados.