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Uber suspende pruebas con vehículos autónomos por accidente

Uber comenzó a probar el servicio de transporte de personas en automóviles autónomos en el segundo semestre del año pasado.

2017-03-27

Por La Vanguardia

Uber, la compañía de servicio de transporte de personas suspendió el programa de prueba de sus vehículos sin conductor después de que el pasado viernes uno de ellos volcara tras sufrir una colisión con otro coche en Arizona (EEUU).

La empresa ha retirado temporalmente estos automóviles de la circulación mientras investiga el incidente, que no ha causado heridos graves. De hecho, tal como informó una portavoz de Uber, "no había pasajeros en el asiento trasero del vehículo" al diario The New York Times.

Según la portavoz de la policía de Tempe, Josie Montenegro, el Volvo XC90 autónomo no fue el responsable del accidente, sino que el otro automóvil no le cedió el paso. A pesar de ello, hasta que se dirima el siniestro y se pueda garantizar la total seguridad de los usuarios y demás automovilistas, compañía ha preferido dejar en el garaje sus coches sin conductor.

No es la primera vez de estos vehículos protagonizan algún incidente circulatorio. Diversos medios de comunicación estadounidenses ya se hicieron eco de que en alguna ocasión se habían saltado un semáforo en rojo, mientras que la Coalición de la Bicicleta de San Francisco había puesto de manifiesto que dichos coches estaban realizando giros que ponían en peligro a los ciclistas que circulaban por el carril bici.

El techo del coche lleva instalados los sensores y las cámaras necesarios para llevar a cabo la circulación autónoma

Uber comenzó a probar el servicio de transporte de personas en automóviles autónomos en el segundo semestre del año pasado.

La flota está compuesta por unidades del antes mencionado SUV sueco equipadas con una serie de modificaciones para convertirlas en autónomas. Dichos Volvo XC90 son claramente identificables desde el exterior porque montan en el techo una caja con sensores y cámaras.

En la primera fase de despliegue del programa de coches autónomos, los pasajeros no han estado solos a bordo. Mientras un técnico estaba en el asiento del conductor sin tocar el volante, otro estaba de copiloto observando el comportamiento del vehículo.

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