Por revistaeyn.com
Las estafas de empleo y trabajo remoto son muy populares entre ciberdelincuentes. Estas suelen ofrecer increíbles oportunidades de trabajo o empleo temporal, aunque lo único que les interesa es obtener la información personal y financiera de sus víctimas.
ESET advierte sobre un nuevo engaño, menos conocido: la estafa por despido. En este caso, se utiliza la amenaza de perder el empleo, en lugar del señuelo de conseguir uno nuevo para captar la atención de la posible víctima.
“Las estafas de despido son un tipo de ataque de phishing diseñado para que sus víctimas compartan su información personal y financiera o las alienten a hacer clic mediante un enlace malicioso que podría desencadenar en la descarga de malware”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
El engaño puede llegar en forma de correo electrónico de RR.HH. o de una tercera parte autorizada ajena a la empresa. El correo puede mencionar que sus servicios ya no son necesarios o pretender incluir detalles sobre colegas que son difíciles de resistirse a leer. El objetivo final es persuadir a la víctima para que haga clic en un enlace malicioso o abra un archivo adjunto, tal vez alegando que incluye detalles sobre indemnizaciones y fechas de despido.
Una vez que haga clic o abra el archivo adjunto, es posible descubrir que se activa una instalación encubierta de malware o se pide que se introduzcan datos de acceso en una página de phishing falsa. Con los datos de acceso al trabajo, los cibercriminales podrían secuestrar el correo electrónico u otras cuentas para acceder a datos y redes corporativos confidenciales con fines de robo y extorsión. En el caso que se reutilicen esos nombres de usuario en distintas cuentas, podrían incluso llevar a cabo campañas de relleno de credenciales para desbloquear también otros accesos.
“No es casualidad que el phishing siga siendo una de las tres principales tácticas de acceso inicial para los autores de ransomware y que haya contribuido a una cuarta parte (25 %) de los ciberincidentes con motivación financiera de los últimos dos años”, agrega Gutiérrez.
Como ocurre con cualquier ataque de phishing, hay algunas señales de advertencia que deberían llamar la atención si se recibe este tipo de correos en la bandeja de entrada:
· Una dirección de remitente inusual que no coincide con el remitente declarado. Pasar el cursor por encima de la dirección del remitente para ver qué aparece. Puede ser algo completamente diferente, o podría ser un intento de imitar el dominio de la empresa suplantada, utilizando errores tipográficos y otros caracteres (por ejemplo, m1crosoft.com, @microsfot.com)
· Un saludo genérico (por ejemplo, “estimado empleado/usuario”), que no es el tono que adoptaría una carta de despido legítima.
· Enlaces incrustados en el correo electrónico o archivos adjuntos para abrir. Suelen ser un signo revelador de un intento de phishing. Si se pasa el cursor por encima del enlace y no parece correcto, razón de más para no hacer clic.
· Enlaces o archivos adjuntos que no se abren inmediatamente, pero que piden que se introduzcan datos de acceso. Nunca responder a un mensaje de este tipo que no haya sido solicitado.
· Lenguaje urgente. Los mensajes de phishing suelen intentar precipitar quien lo recibe para que tome una decisión precipitada.
· Errores ortográficos, gramaticales o de otro tipo en la carta. Cada vez son menos frecuentes a medida que los ciberdelincuentes adoptan herramientas de IA generativa para redactar sus mensajes de phishing, pero aun así vale la pena prestarles atención. · En el futuro, mantenerse alerta ante los esquemas asistidos por IA en los que los estafadores podrían utilizar imitaciones de audio y vídeo de personas reales (como un jefe, por ejemplo) para engañar y conseguir que facilite información corporativa confidencial.