Por revistaeyn.com
Recientemente se realizó el Foro de Comercio e Inversión Corea–Centroamérica, en la capital panameña, un espacio concebido para estrechar la cooperación público-privada y promover flujos de inversión con criterios de sostenibilidad y responsabilidad.
El canciller panameño encargado, Carlos Arturo Hoyos, subrayó que la presencia de empresas coreanas se ha vuelto cada vez más visible en proyectos estratégicos, especialmente en el ámbito de la infraestructura.
Si bien no detalló obras concretas, resaltó que el interés de los conglomerados asiáticos responde a la estabilidad institucional del país y a la coherencia entre las políticas gubernamentales y los compromisos internacionales asumidos por Panamá.
Además del componente de inversión, la relación comercial entre ambos países muestra un dinamismo sostenido. Solo en 2024, Panamá adquirió cerca de US$200 millones en bienes procedentes de Corea del Sur, una señal del peso que tiene ese mercado como proveedor de productos industriales y tecnológicos.
La mirada coreana no se limita a Panamá. El viceministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, Park Yoonjoo, recordó que desde la década de 1990 la inversión coreana en Centroamérica se ha multiplicado más de treinta veces. Sectores tradicionales como la confección y la construcción han dado paso a nuevas áreas, entre ellas autopartes, electrónica, tecnologías de la información y grandes proyectos de infraestructura, como el Metro de Panamá y obras viales en otros países de la región.
Desde la perspectiva empresarial, el director de KOTRA Panamá, Kang Myungjae, explicó que el intercambio es complementario: Corea exporta vehículos, materiales, cosméticos y alimentos procesados, mientras que importa desde Centroamérica productos como café, alimentos y materias primas. A su juicio, la ubicación geográfica de la región, como puente natural entre Norte y Suramérica, es uno de sus mayores atractivos estratégicos.
El vínculo bilateral se apoya también en el Tratado de Libre Comercio entre Corea y Centroamérica, vigente desde 2018, que ha facilitado la instalación de más de una docena de compañías coreanas en Panamá bajo el régimen de sedes regionales. A ello se suma el uso intensivo del Canal de Panamá: Corea del Sur figura entre los principales usuarios de la vía interoceánica, lo que refuerza la interdependencia logística y comercial.
En este contexto, la reciente Mesa Redonda Especial Corea–Centroamérica, realizada por primera vez fuera de Corea, sirvió para ampliar la agenda hacia temas como seguridad pública, desarrollo sostenible y transformación digital.
Para Hoyos, el mensaje es claro: la estabilidad y la seguridad son condiciones esenciales para atraer inversiones de largo plazo y convertir el diálogo político en resultados económicos tangibles para toda la región.
Con información de La Estrella de Panamá