Por AFP
El gobierno del presidente guatemalteco Bernardo Arévalo descarta declarar estados de excepción o una "guerra" contra las pandillas como la del reelecto mandatario Nayib Bukele en El Salvador, afirmó el ministro del Interior, Francisco Jiménez, en entrevista con la AFP.
Jiménez considera que en Guatemala no funcionaría una política de seguridad como la de Bukele, aplaudida por una mayoría de salvadoreños, pero criticada por organismos de derechos humanos que denuncian "detenciones masivas arbitrarias". La presidenta Xiomara Castro intentó replicarla en Honduras, sin éxito.
El ministro señaló que el gobierno de Arévalo, que inició el 14 de enero, buscará atacar las operaciones de extorsión de las pandillas, principalmente contra comerciantes y transportistas, con requisas en las cárceles y la creación de un grupo especial de la policía.
Asimismo, entre sus objetivos está el de neutralizar al narcotráfico en la frontera con México, donde se sospecha que ha ganado terreno el poderoso cártel mexicano Jalisco Nueva Generación.
Pregunta: ¿Qué tan grave es el problema de las pandillas en Guatemala?
Si por grave entendemos cantidad de miembros de las pandillas, yo diría que estamos bajo un contexto no tan grave porque parecen muchos, pero entre las dos pandillas (Mara Salvatrucha y Barrio 18) son un aproximado de 12.000 a 15.000 miembros (eran de unos 100.000 en El Salvador).
Si decimos grave por el impacto que tiene en la población, efectivamente es de uno de los impactos (en seguridad) más importantes.
P: ¿Se han planteado iniciar una "guerra antipandillas"?
R: La criminalidad es un fenómeno y es un fenómeno social, pensar que la criminalidad es como cuando hay una guerra entre Estados, entre grupos en una sociedad, es totalmente equivocado.
Nosotros lo que hacemos y lo que decimos es que tenemos que abordar la contención del crimen y la contención del crimen significa fundamentalmente abordar desde la perspectiva preventiva, la inteligencia de contención y de investigación criminal.
Cuando hablamos de contención estamos hablando de que tenemos que poner condiciones donde la criminalidad, y en este caso "mara" (pandilla), no siga evolucionando y no siga dañando a la población.
P: ¿Han considerado declarar un estado de excepción?
R: Nosotros no creemos que sea la solución. El presidente Bernardo Arévalo y yo, y el equipo de seguridad, estamos convencidos de que las herramientas legales (actuales) son más que suficientes.
Si analizamos los estados de excepción en Guatemala, nos damos cuenta de que los resultados son muy limitados y el costo político y el costo financiero de parte del Estado en un estado de excepción es muy alto en relación a los resultados.
P: Entonces, ¿qué opina de la estrategia de Bukele?
R: El problema es que con una estrategia parecida a la utilización de una red de pesca cuando quieren pescar atún, terminan pescando un montón de cosas más, eso pasa lo mismo, y esto aquí significa partir de un concepto y es que todos los jóvenes, que son la mayoría de la población (guatemalteca), son potencialmente criminales, y no podemos tener ese enfoque.
P: ¿Qué cártel está dominando las operaciones de droga en Guatemala?
R: Como cárteles (mexicanos), lo que hemos tenido evidencia es lo que está en el sur de México y el constante conflicto que es Jalisco Nueva Generación y el cártel de Sinaloa o cártel del Pacífico.
Creemos que hay presencia muy fuerte cada vez más de Jalisco Nueva Generación (en la frontera común con México), pero digamos esto es todavía una suposición.
P: ¿Cuál es la estrategia contra el narcotráfico?
R: Es el control territorial, particularmente el control de vías estratégicas y de la frontera con México. Esto es un tema importante, por qué razón, porque el mayor punto de paso y el punto de negocio del narcotráfico es la frontera con México.