Por estrategiaynegocios.net
La Gremial de Alimentos y Bebidas (GREMAB), adscrita a Cámara de Industria de Guatemala (CIG), firmó una alianza con el Centro para la Acción de la Responsabilidad Social Empresarial en Guatemala (CentraRSE).
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El objetivo es promover diversas actividades en los ámbitos de sostenibilidad, cumplimiento y Responsabilidad Social Empresarial (RSE), entre otros, para socios y aliados estratégicos de CIG y de la GREMAB en pro de la sostenibilidad alimentaria.
La sostenibilidad alimentaria engloba múltiples factores: cultura, educación, salud y respeto por el planeta, entre otros. La industria alimentaria y de bebidas reconoce que la sostenibilidad en este campo requiere soluciones interdisciplinares y una extensa colaboración por parte de todos los actores de la cadena de valor.
“CentraRSE, desde su fundación, tiene el compromiso de promover la RSE como vehículo hacia la sostenibilidad y la misión de acompañar a las empresas y gremios para que la integren en todo su modelo de negocio”, expresó Juan Pablo Morataya, director ejecutivo de CentraRSE.
La alianza incluirá diversas actividades para apoyar a las empresas que deseen profundizar en esta temática y enfocar aún mejor su trabajo, con el fin de contribuir a un sistema alimentario más sostenible. A su vez, en el marco de la alianza, se establecerán los mecanismos de coordinación institucional para la generación de la línea base y hoja de ruta del sector en la materia y la promoción de compromisos sectoriales.
“Desde el sector empresarial, trabajamos para que se implementen programas de Responsabilidad Social Empresarial dentro de las distintas corporaciones, las cuales deben incentivar el compromiso en todos sus colaboradores”, dijo Enrique Font, director de CIG.
Por su parte, el presidente de la GREMAB, José González-Campo, indicó que la industria alimentaria y de bebidas, particularmente los más vinculados con las cadenas globales de valor y de abastecimiento, y con los mercados de consumo masivo, han repensando su razón de ser y su papel dentro de la sociedad, hacia una nueva connotación transformadora y movilizadora. “Ahora tienden a formas de producción más sostenibles que permitan promover la articulación entre lo social y lo ambiental, con un abordaje integral para el bienestar humano”, agregó.
