Por Leonel Ibarra - revistaeyn.com
El Banco Central de Nicaragua (BCN) mantiene el rango de crecimiento esperado del Producto Interno Bruto de 2024 entre 3,5 % a 4,5 %, igual que en la proyección de enero, y se prevé estabilidad en el mercado laboral, con una tasa de desempleo promedio de entre 3 a 3.5 %.
Los indicadores macroeconómicos al primer trimestre de 2024 indican que la economía nicaragüense mantiene el buen desempeño observado en 2023, en particular, los datos del Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) muestran que la economía sigue en una senda de crecimiento sostenido, con la mayoría de las actividades expandiéndose.
"Las condiciones domésticas y externas permanecen propicias para que la economía crezca en 2024 conforme lo esperado. Así, el mercado laboral continúa estable, con una baja tasa de desempleo, la inflación nacional muestra una desaceleración gradual inducida en parte por la reducción de las presiones externas, continua el dinamismo de la intermediación financiera con los depósitos y el crédito creciendo a tasas de dos dígitos,", señala el reporte del BCN.
No obstante, en el entorno internacional están presentes riesgos generados por los conflictos geopolíticos y las condiciones financieras internacionales estrictas en un contexto de persistencia inflacionaria global.
Las actividades con mayor crecimiento interanual fueron hoteles y restaurantes, comercio, construcción, pecuario, energía y agua, minas y canteras, y transporte y comunicaciones, entre otras. Mientras que, las actividades pesca y acuicultura y agricultura registraron disminuciones.
En línea con el desempeño de la actividad económica, la tasa de desempleo permanece en 3,7 % a febrero, acompañada de mejora en la participación laboral (aunque todavía sin alcanzar los niveles pre pandémicos).
La inflación doméstica continúa reduciéndose de manera gradual, ubicándose en 5,44 % interanual en marzo, aunque aún refleja cierta persistencia en los precios de los alimentos y servicios conexos.
Las divisiones que más contribuyen a la inflación interanual son alimentos y bebidas, restaurantes y hoteles, bienes y servicios diversos, muebles y artículos para el hogar y educación.
Las remesas familiares se han desacelerado, no obstante, continúan creciendo a tasas de dos dígitos. Por su parte, los términos de intercambio siguen mejorando; sin embargo, a enero se observa una menor demanda externa, lo que ha incidido en las exportaciones de mercancías y zona franca, pero se espera que esta situación sea revertida en el resto del año.
Si bien las perspectivas para 2024 son favorables, el BCN destaca que persisten "riesgos que podrían afectar la evolución macroeconómica, como la materialización de choques por conflictos geopolíticos que deriven en aumentos en los precios del petróleo y los alimentos, y los efectos del endurecimiento de la política monetaria global".
En el país centroamericano, también persisten los riesgos relacionados a los eventos climáticos.