Por José Barrera – entrevista exclusiva E&N por Velia Jaramillo
Cargill Food Latinoamérica se prepara para aumentar su participación en el mercado centroamericano, una región en la que opera desde 1969 tras su incursión al territorio hondureño con la compra de Alcon.
55 años después de dicha incursión, su presidente, Xavier Vargas, confirmó en exclusiva a Estrategia & Negocios que en ese plan no descartan adquisiciones o inversiones directas.
La empresa, dueña de un portafolio que incluye a marcas como Delicia, Perry, Tip Top y Pollo Norteño, trabaja en la implementación de la Estrategia Cargill 2030 que le permitirá sumar nuevos territorios y fortalecer su portafolio de productos.
Actualmente, en la región, Cargill tiene operaciones en Honduras, Nicaragua y Costa Rica, pero se prepara para aumentar su huella. Vargas explicó que dicho plan contempla, primero, complementar su negocio de proteínas.
En los últimos años, la compañía ha desarrollado importantes inversiones que le han permitido robustecer su negocio que incluye embutidos, pollo y huevo.
UNA ESTRATEGIA COMERCIAL MÁS COMPLETA PARA CENTROAMÉRICA
Vargas destacó que actualmente la operación de Costa Rica, Honduras y Nicaragua representa el 90 % del negocio de Cargill en Centroamérica.
En dichas plazas, la compañía cuenta con un modelo completo que le permite ser un actor relevante en los segmentos de embutidos, pollo, huevo y nutrición animal, pero también en otros rubros de menor tamaño como la importación de granos.
El presidente de Cargill Food Latinoamérica dijo que en esos tres países ahora el reto comenzar crecer con otros alimentos.
“En la otra mitad de Centroamérica (Guatemala y El Salvador), no tenemos todavía el modelo completo. Lo primero que vamos a hacer es completar proteína, agregarle sobre todo pollo y probablemente huevo a este portafolio de productos. Luego vendrá, un paso atrás que el resto, la integración de los nuevos alimentos”, anticipó.
En el mercado salvadoreño, dijo Cargill básicamente solo vende alimento balanceado, en tanto que en Guatemala lo hace solo con embutidos, donde asegura cuenta con cuota del 25 %, pero donde buscan crecer con la marca Perry.
La idea de la empresa es elevar su participación a los niveles que tienen en Costa Rica, Honduras y Nicaragua. “Tenemos participaciones de mercado arriba del 50 %, tanto en pollo como en embutidos, y ahora creciendo el negocio de huevo y pretendiendo llegar a los mismos niveles”, detalló.
Para Vargas la base para el crecimiento pasa por aumentar su participación con la venta de pollo, que valora “es la proteína que más se consume” y le da a la empresa “la masa crítica para poder operar”.
LAS OPCIONES DE CARGILL EN GUATEMALA Y EL SALVADOR
Para su arribo a las plazas salvadoreña y guatemalteca, Cargill evalúa dos vías: la adquisición de empresas o la inversión directa.
Vargas, en charla con Estrategia & Negocios en ciudad de Guatemala, dijo que una de las opciones que tienen es construir la cadena de suministros algo que sostuvo “está aprobado” y que le permitirá construir una planta en Guatemala, una planta en El Salvador y arrancar de cero. Sin embargo, también exploran la posibilidad de adquirir a una empresa del rubro, sin entrar en detalles.
“La otra vía sería comprar una empresa. Si eso se da sería más rápido. Eso significaría un monto probablemente mayor de entrada, pero un tiempo más corto versus construir una planta y luego ir a ganar el mercado”, valoró.

Los planes de Cargill para la región no son de largo plazo, ya que en el radar está la posibilidad de lograr acuerdos para una adquisición (algo que de concretarse se lograría en 2025); sin embargo, si se decantan en construir desde cero estarían listos para entrar al mercado a finales de 2026.
De concretarse estos se espera que se genere más competencia entre los grupos líderes del sector de alimentos, entre los que figuran Corporación Multi Inversiones y Vitali Alimentos, por mencionar algunos.
MÁS INVERSIONES EN CAMINO
Actualmente, Cargill invierte entre US$80 millones y US$100 millones en su negocio de proteínas en la región y Colombia, cifras que Vargas recalcó “no incluye ningún tipo de adquisición” y matizó: “en el momento de hacer una adquisición de una empresa, ese número sería mucho mayor”.
El flujo de inversiones da soporte a un importante desempeño en la región. Vargas sostiene que el objetivo es “volver a duplicar el negocio y eso va a requerir de mucho capital. Cargill confía y quiere seguir invirtiendo en la región por los retornos que tenemos”.
El ejecutivo dijo a Estrategia & Negocios que están cerrando su estrategia 2020-2025, la cual ha dado como resultado la “duplicación del tamaño del negocio”.
“La estrategia 2025-2030 seguramente va a ser duplicar el negocio. Hemos multiplicado por cuatro el negocio en un período de 10 años. Eso, lo hemos hecho consistentemente. Llevamos tres ciclos haciéndolo: en 2010-2015, 2015-2020, y 2020-2025. Y ahora hablamos de 2025 al 2030. Esa estrategia Cargill 2030 es justo la que vamos a comenzar a ejecutar a partir de diciembre de 2024”, destacó.
SIGUIENDO LOS PASOS DE COLOMBIA
Vargas sostiene que un ejemplo de gestión fue la incursión al mercado colombiano, plaza a la que reforzó en 2017.
Ese año, Cargill anunció la adquisición de Pollos El Bucanero (su primera incursión en el negocio de proteína en Colombia). En 2018 adquirió Campollo.
“Hace varios años soñamos con ir a Latinoamérica con el negocio de proteína, y definimos Colombia como el lugar donde queríamos ir. Centroamérica tiene 50 millones de habitantes y queríamos entrar a Colombia con otros 50 millones de habitantes para redondear un universo de 100 millones de consumidores”, recordó Vargas.
En la actualidad, las marcas de Cargill en Colombia tienen el 15 % del mercado nacional de proteína.
En ese país, la operación ha avanzado en proyectos de crecimiento y eficiencia, desarrollando 12 plantas productivas y centros de distribución, como Villagorgona y Unificación en Barranquilla. “Cargill ha realizado inversiones por más de 350.000 millones de pesos colombianos (unos US$82,9 millones), enfocándose en garantizar la eficiencia y la innovación a lo largo de toda su cadena de suministro”, detalló el líder.
Vargas recordó que cuando tomaron la decisión de llegar a Colombia, elaboraron “un estudio muy preciso de los crecimientos de las proteínas, de qué compañías habría que comprar y cómo las podríamos juntar, y así fue como decidimos entre 2017 y 2018 comprar Bucanero y Campollo”.

El camino no fue sencillo, reconoció, ya que encontraron una industria avícola muy eficiente, con costos muy bajos. “Queríamos consolidar parte de la industria avícola, como un jugador que llegaba de afuera y que compraba dos compañías, los activos de estas compañías necesitaban ser mejorados, se necesitaba armar un equipo de trabajo, comenzara a integrar”, mencionó, similar a lo que construyen en su incursión a Guatemala y El Salvador.
“La ventaja que tenemos como Cargill es que, por ser una compañía privada, no pública, podemos ver los resultados en el largo plazo. No estamos tan preocupados por el trimestre a trimestre. Podemos ver un plan de largo plazo, para asegurar y entender cada parte de lo que estamos invirtiendo, cómo juntamos las dos compañías, cómo creamos un equipo de liderazgo, cómo invertimos en eficiencia, cómo crecemos nuestras marcas, como innovamos”, concluyó Vargas.